lunes, 13 de agosto de 2018

Reivindicación de Dembele para ganar la Supercopa

Un derechazo espectacular de Ousman Dembele fue suficiente para materializar la decimotercera Supercopa de España para el FC Barcelona. El golazo del delantero francés bastó para desequilibrar un encuentro un tanto anodino,  propio de estas alturas de temporada, a mediados de agosto no se les puede pedir más a Sevilla y Barça el canto del campeón del mundo francés frustro de nuevo al Sevilla y proclamó al justo campeón de esta Supercopa celebrada en Tanger, trofeo que por cierto ya debería de haberse llevado el Barça en mayo cuando ganó Liga y Copa.



Papel estelar tuvo también el portero alemán Ter Stegen, tras parar una pena máxima en el último minuto del tiempo reglamentario, que hubiese forzado la prórroga. Fue la primera Supercopa con el VAR de fondo, y también la primera disputada a partido único y en territorio extranjero. Aunque al Barça le falte  ritmo y explosividad en el juego es de largo mejor equipo que el Sevilla. El golazo de Dembele no hizo otra cosa que hacer justicia al supercampeón y permitir, al tiempo, que el mejor jugador de la historia, Leo Messi, sumase su título número 33 con la camiseta azulgrana, lo que le convierte en el jugador con más títulos en la historia culé.

El Txingurri Valverde dispuso una alineación con su mejor once posible, si exceptuamos a Coutinho que de comienzo lo vio desde el banquillo. El Barça comenzó metiendo a los sevillistas en su área pero fue Sarabia el que tras un zurdazo la cruzó al palo largo de Ter Stegen, corría el minuto 10 y al Barça le tocaba remar a contracorriente. Los catalanes entraban mejor por la banda izquierda con Jordi Alba como estilete ofensivo, pero no fue hasta el minuto 42 cuando una falta lanzada por Messi se estrelló contra el poste y el rechace lo aprovechó Pique para marcar el tanto de la igualada.

Con el 1-1 se llegó al descanso, tras la reanudación Rafinha se quedó en la caseta cosa que agradeció el Barça porque entró Rakitic, que es imprescindible en este equipo.
Valverde no esperó para dar otro aire al medio campo con Rakitic y Coutinho. El Barcelona continuó con muchos problemas para encontrar espacios y creció sin embargo el peligro de los de Machin a base de contragolpes. El Sevilla intentaba dar un paso al frente pero los cambios introducidos no mejoraron sus prestaciones. En la recta final el portero Vaclik se encargó de impedir el segundo tanto culé con algunas paradas de mérito. Hasta que emergió la figura de Dembele con ese tremendo derechazo que dio la Supercopa al Barça.

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