Una celeste y gris Roja pasa a cuartos

La Roja, ayer de celeste, se impuso a Croacia por la mínima, gracias a la conexión azulgrana, que permitió el gol postrero de Navas. Fue a un minuto del final, cuanto todo se veía bastante negro. No fue partido para recordar, demasiado gris para un equipo con tan espléndida paleta de colores.

Busquets y Xabi Alonso, dos grandes artistas, se oscurecen. El donostiarra palidece ante Sergio, y el de Badia no mezcla bien con el madridista. Parece imposible que dos talentosos futbolistas no puedan jugar juntos, pero este es uno de esos casos flagrantes. Xavi no pudo exhibir su amplia gama de pases, e Iniesta ("man of the match") no se entendió con Silva. Y todo el planeta fútbol, sabe que si los dos maestros culés no entran en juego, no muestran el fútbol-arte que practican en el FC Barcelona, la selección se convierte en un conjunto vulgar, difuminado y sin colorido.

El manido tema del “9” volvió a languidecer con la figura desdibujada de Torres, la salida de dentro hacia fuera de Don Andrés y de Silva, impidió la subida de los laterales, colapsando el juego por bandas, con lo cual el de Fuenlabrada fue una mancha entre los ajedrezados rojiblancos.

Los croatas se desenvolvieron bien en su cuadro, emborronando las pinceladas españolas y tratando de jugar sus cartas, como en una sutil partida de póquer, en la que tuvieron una magnífica mano, pero Rakitic la pifió, tirando al bulto, en vez de cruzar un medido centro desde de la derecha. Fue su sentencia en esta Eurocopa. A falta de un minuto, Cesc e Iniesta finiquitaban la partida, mostrando un espectacular lance: escalera de color.