BALANCE ROSELL

El presidente Sandro Rosell ha cumplido su primer año de mandato al frente del FC Barcelona. Un periplo con más luces que sombras, adornado por un doblete espectacular con Liga y Champions, que hace perdurar la hegemonía azulgrana en Europa. Su predecesor en el cargo, Joan Laporta, le dejó una herencia económica complicada, pero no es menos cierto que el legado deportivo ha sido inmejorable, el cual ha continuado de la misma manera gloriosa. El cambio ha sido notable, se pasó del afán de protagonismo de Laporta a la mesura que abandera Rosell.

Durante estos 365 días, el presidente más votado de la historia del club, se ha quejado de los dispendios de la anterior junta y de que la caja quedó vacía. En el balance no hay que tener tanto en cuenta lo deportivo como sí sus decisiones y sus manifestaciones. Y es en esto donde hay que valorar su actuación, puesto que lo deportivo le ha venido todo como un regalo caído del cielo, un equipo ganador con un entrenador único. En el resto de las secciones se apostó por el continuismo y la cosecha de títulos ha sido enorme, y más que pueden llegar a las vitrinas del Museu.

Una de sus decisiones más controvertidas ha sido el acuerdo con Qatar Foundation, que rompe con la exclusividad del Barça de no llevar publicidad en la camiseta. Queda en las retinas, su desafortunado vaticinio del 5-0 al Madrid antes de la final de Copa. Y ahora se le critica por el recorte que va a realizar en las distintas secciones del club, incluso la supresión de alguna de las no profesionales. También se le acusa de no defender con contundencia a las acusaciones de dopaje que sufrió el equipo o los rastreros ataques recibidos durante el póquer de clásicos.

Ahora bien, en el conjunto de este curso, Rosell ha cumplido con creces, pues hay que valorarle que consiguiese que Guardiola siguiese un año más, que renovase a Alves, y por encima de todo, esa Supercopa de España, esa Liga y esa cuarta Champions, que indudablemente son su mejor aval.