domingo, 4 de febrero de 2018

Piqué y el karma mandan callar a los de Cornellà

El Espanyol se las prometía muy felices bajo el diluvio en Cornellà-El Prat tras ponerse por delante con un gol del canterano Gerard Moreno en el minuto 66. Pero las vueltas que da la vida, ese karma, esa ley cósmica de retribución que pone a cada uno en su sitio, colocó a todo una afición perica en su lugar, no en Cornellà (que también) sin esa victoria que ya saboreaban, pero que un testarazo de su “queridísimo” Gerard Piqué en los minutos postreros les dejaba sin esos tres puntos que tanto anhelaban contra el FC Barcelona.


Dispuso Valverde un once sin Messi, y un equipo sin el mejor jugador del mundo ya es menos equipo. El Barça dominaba al rival metropolitano en posesión y en ritmo de encuentro, pero sin profundidad y sin peligro aparente. Excepción hecha de un tremendo lanzamiento de Coutinho que se estrelló en la cruceta. Los locales se acercaban a la meta de Ter Stegen con alguna incursión de Batistao. Con esos parámetros el marcador permaneció inamovible al descanso.
En el segundo acto la lluvia arreció y el césped no drenó lo suficiente. Saltó Messi a la hora de juego, si bien con tanto charco la calidad del rosarino no era susceptible de aparecer. Se adelantó el conjunto de Sánchez Flores, tras medido centro de Sergio García y certero cabezazo de Moreno. Volvieron al césped los dos laterales titulares Sergi Roberto y Jordi Alba, y con ello los azulgranas mejoraron. Cuando el terreno de juego ya estaba impracticable llegó el tanto de Piqué a la salida de un córner. El central culé, karma mediante, mandó callar a esa afición que tanto insulta impunemente a su familia, mandó callar a todos los pericos del mundo y en especial a los de Cornellà.

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