domingo, 10 de septiembre de 2017

El derbi se salda con una manita al Espanyol

El FC Barcelona empieza a interiorizar la espantada de Neymar, poco a poco el equipo de Valverde va conjugando fútbol y resultados, hoy le dio un meneo al Espanyol (5-0) con fases de tiki-taka, con múltiples ocasiones de gol, con desborde por los extremos, con una medular muy consistente -Rakitic se salió-, y con "una manita" que sacó la sonrisa al mejor del mundo, Leo Messi. El rosarino anotó un hat-trick y volvió a brillar, sentando cátedra en el Camp Nou por enésima vez.


El Barça barrió del césped al eterno rival metropolitano, fue madurando la posesión paso a paso, sin dar ni un solo patadón. Todo comenzaba desde las botas de Ter Stegen. Con el esférico en los pies de los locales más de un 80% el gol tenía que llegar. Los periquitos se defendían con orden, pero tanto va el cántaro a la fuente... (...que al final se compró un bonobús) que Messi logró inaugurar el electrónico en posición dudosa. Corría el minuto 26, y al rato una carambola que a tres bandas entre dos "pericos" acabó en Jordi Alba, que sirvió al rosarino el segundo de la noche. Así se llegó al descanso.

Tras la reanudación el Barça salió bastante espeso, no se sabe si la comodidad del marcador, o el pensamiento en la Juventus, o ambas, hicieron que el ritmo decayese y los blanquiazules a punto estuvieron de aprovecharlo para acortar distancias. No fue el caso, Messi ponía orden y rubricaba su triplete, tras otra asistencia de Jordi Alba. Era la sentencia en el 66, un par de minutos antes del debút de Dembelé como azulgrana, llevandose una gran ovación al salir y en sus primeras arrancadas. Piqué mojó a la salida de un córner, y el propio Dembelé asistió milimétricamente a Luis Suárez para el quinto. El Estadi, al igual que Messi, sonrió viendo "pichichi" a su estrella, líder a su equipo y con los pinchazos de Madrid y Atlético.

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