martes, 14 de febrero de 2017

PSG 4-FCB 0: Cuando la medular lo es (casi) todo

Puedes tener la mejor delantera del mundo, de hecho el FC Barcelona la tiene con Messi, Suárez y Neymar, pero si la línea de medios no funciona, no es susceptible de surtir balones a los atacantes, el colapso es total. Puedes enmascararlo si juegas contra equipos de nivel medio de la liga española, pero esas situaciones en Europa, y contra uno de los grandes transatlánticos del continente, con esa debilidad en la medular se paga, y caro. En este caso con un 4-0 ante el PSG en el Parque de los Príncipes. Y no es que los mediocampistas azulgranas sean malos, pero si llegas a un choque de envergadura con dos buenísimos, pero que salen de sus respectivas lesiones, Iniesta y Busquets, y un tercero, que no tiene nivel Barça, caso de André Gomes, la empresa se complica sobremanera, y más aún cuando los tres que tienes enfrente están como motos, robando y distribuyendo pelotas por doquier, como así hicieron Verrati, Rabiot y Matuidi, dando una exhibición en esta zona del campo.


Este partido de ida de octavos de la Champions pintó mal desde el comienzo, el equipo catalán salió aturdido y perdió más balones que los que llevaba en toda la temporada. Los de Emery presionaron con eficacia y tenacidad, ni se notó la ausencia de su defensa estrella Thiago Silva, porque el Barça no inquietaba la meta francesa. Por el contrario los locales amenazaban el marco de Ter Stegen con un brillante Draxler y el ya mencionado Matuidi. Era cuestión de tiempo la llegada del gol, apareció  en una falta lanzada por Di María, que sin ser de los mejores acabaría firmando un doblete. Draxler también se sumó a la fiesta en una nuevo robo de balón. 

El 2-0 con el que se llegó al descanso era el mal menor, pues la segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros. Solo Neymar se mostró incisivo durante los 90 minutos, del resto no hubo muchas noticias. El tercer tanto, obra del "fideo" ponía la situación en defcon 2. Mientras el conjunto de Luis Enrique mostraba sus debilidades y despropósitos, la introducción de Rafinha fue uno más de ellos. El 4-0 marcado por Cavani, tras una arrancada del lateral derecho desde su posición, evidenció que no era el mejor día para dejar de esnifar pegamento. Justo el mismo día que las casas de apuestas daban al Barcelona como máximo favorito para ganar esta Champions, el equipo culé se borró de la misma, quedando prácticamente eliminado.

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