lunes, 20 de febrero de 2017

Barça 2 - Leganés 1: Nada que celebrar

"No tengo el chichi para farolillos", más conocido como "no está el horno para bollos", debió de pensar Messi cuando transformó el penalti en el minuto 90 que daba una pírrica victoria al FC Barcelona sobre el Leganés (2-1). Y es que tras el varapalo del 4-0, que les endosó el PSG, el asunto está para poca broma. De hecho el Camp Nou dejó caer más pitos que aplausos en este partido liguero. Muchos de ellos al portugués André Gomes y unos cuantos sobre la figura del entrenador asturiano, Luis Enrique.


Fue otro encuentro para olvidar, como la mayoría de los que lleva disputados el conjunto catalán en lo que va de año. Fue un momento en el que casi se tocó fondo, solo los once metros en las postrimerías del duelo lo evitaron. Fue un desastre en toda regla, puesto que un equipo al borde del descenso sacó los colores al actual campeón de Liga, un Leganés al que se goleó sin dificultad en su propio feudo, al que venció hace unos días un casi desahuciado Sporting de Gijón. Todo esto habla de la magnitud de la catástrofe que se vislumbró en el Estadi, y esto si hay que decirlo, se dice, a pesar de que se ganasen los tres puntos en liza.

Todo pareció bien encaminado en un principio, los jugadores azulgranas parecieron querer agradar a la afición desde el inicio, salieron con bríos y materializaron la primera ocasión que tuvieron a los tres minutos de juego. Centro medido de Suárez y gol del "pichichi" Messi. Y ahí se diluyó el Barça. El resto fueron 87 minutos de dominio y control de los hombres de Garitano. Que no igualaban el marcador por su escaso acierto ofensivo y por la brillante actuación de Ter Stegen. Si el portero es el mejor jugador del Barcelona, mala señal. El empate llegó en el 70 por medio de Unai López, y los blanquiazules buscaron la victoria descaradamente. Solo una acción desequilibrante de Neymar, que provocó un penalti, evitó, en parte, la tragedia.

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