miércoles, 28 de agosto de 2024

Dani Olmo debuta con victoria amarga en Vallecas

 

Gran segunda mitad del FC Barcelona que le bastó para imponerse al Rayo Vallecano (1-2) en su feudo madrileño. Fue un triunfo agridulce, porque al triunfo meritorio en un campo que últimamente no se le daba bien al Barça, hay que unir el debut, por fin, del flamante fichaje Dani Olmo, con gol incluido, pero en el debe quedó la amargura de la grave lesión de Marc Bernal en el minuto 108, cuando ya languidecía el duelo. El maldito cruzado se le rompió al chaval en un lance fortuito con Isi Palazón, una desgracia porque el canterano de 17 años se había hecho con un hueco en el once, habiendo completado los tres primeros partidos ligueros con sobresaliente, como si de un veterano se tratase.




En lo meramente deportivo el duelo fue vallecano en los primeros compases del partido. Los azulgranas no comparecieron sobre el césped rayista hasta casi finalizada la primera mitad. Con estos parámetros los de Íñigo Pérez no tardaron en adelantarse en el marcador. El tanto lo firmó Unai López a pase de De Frutos. Tras inaugurar el electrónico el Rayo se replegó un poco, y su contrincante siguió atolondrado, con Lewandowski y Ferrán sin entrar en juego, y con algún que otro destello de Lamine Yamal. Con esa mínima ventaja local se fueron a los vestuarios.

En el segundo acto Flick metió de inicio Dani Olmo, y el egarense revolucionó el choque. Nada más salir provocó un penalti clarísimo que ni el árbitro de campo, ni el del VAR, quisieron ver. Acto seguido el ex del Leipzig lanzó un zapatazo desde 30 metros que hizo temblar el larguero. El signo del choque había cambiado radicalmente. Obviamente si quitas a un inoperante Ferrán y pones a un desatado Olmo, las directrices cambian exponencialmente. A la hora de juego empató Pedri, tras asistencia filtrada de Raphinha. Lewandowski marcaba el segundo, pero el VAR lo anulaba, tras control del balón de Koundé y pisadita al caer en la uña de un rival. Una sibilina decisión del VAR y de Soto Grado, que recordemos ya le dio media liga al Madrid la pasada temporada en el “clásico” cuando no dio el gol de Lamine Yamal que traspasó la línea claramente.

Pero el Barça no se rindió, a pesar del infame árbitro. Siguió percutiendo contra el área de los franjirrojos, hasta que Lamine encontró a Olmo en el área, y este batió a Cárdenas de tiro cruzado con la izquierda. Era el premio justo a los méritos de unos y otros. Aún quedó pendiente la expulsión de Ciss por dura entrada a Pedri, pero Soto Grado no lo vio así; y la desgraciada acción en la que Bernal se lesionó gravemente, dejando a los culés sin saborear el valioso triunfo en su totalidad.

domingo, 25 de agosto de 2024

El Barça doma a los leones en la montaña de Montjuic

 

Cómodo triunfo del FC Barcelona ante un Athletic Club que no inquietó demasiado la meta local. El 2-1 final no hace justicia a los méritos contraídos por los azulgranas, ya que los palos evitaron una derrota mayor para los de Valverde. Los 40.000 aficionados que acudieron al destierro de Montjuic vieron a un buen Barça, en el cual Pedri estuvo con mando en plaza, disputando todos los minutos del partido y estando a gran nivel, jugando y haciendo jugar a sus compañeros. En esta frágil medular culé, en la que las lesiones dejan un once de circunstancias es fundamental encontrar al Pedri talentoso que todos recordamos. Si a eso le unes al siempre correcto Marc Bernal, sosteniendo al equipo, y a un Raphinha redoblando esfuerzos por doquier, devenga una solidez en el centro del campo de la que luego se pueden aprovechar Lewandowski y Lamine Yamal. Y así lo hicieron los dos delanteros más entonados en este inicio de campeonato liguero.




El polaco ha comenzado fino, lidera el “Pichichi” y contra los bilbaínos volvió a marcar y se topó dos veces con la madera. El encargado de inaugurar el marcador fue Yamal, con su habitual conducción equilibrista sobre la línea del área grande, para finalizar con un zurdazo colocado, buscando y encontrando las cercanías de la escuadra rival. A los barcelonistas les costó arrancar el motor, pero de la mano de Pedri empezaron a carburar, hasta hacerse con el control del duelo, minimizando a los rojiblancos en todos los aspectos del juego. Hasta tal punto que en el once visitante figuraban dos Williams, y no se sabe a ciencia cierta si jugó uno o ninguno. Pero como el fútbol es caprichoso una caída accidental de Cubarsí sobre el gemelo de Berenguer provocó un penalti, que sancionó el VAR, y Sancet se encargó de transformarlo. Así se llegó al descanso.

Tras la reanudación ambos contendientes exhibieron mismas sensaciones e impulsos sobre el césped del Lluís Companys, lo cual se tradujo en dominio blaugrana y ocasiones de “Lewy, con testarazo al larguero y paradón de Padilla. El tercer portero rojiblanco ya no pudo evitar el remate del “9” polaco tras asistencia de Pedri. Y como los visitantes no inquietaron en demasía a los de Flick pues ese tanto rubricó la victoria y los tres puntos se quedaron en Barcelona. Algo que entraba dentro de la normalidad puesto que los leones no ganan allí desde hace 23 años.

lunes, 19 de agosto de 2024

El Barça de Flick comienza ganando en Mestalla

 

El FC Barcelona comenzó con buen pie la era Flick, imponiéndose con merecimientos al Valencia CF por 1-2, en un campo complicado como es Mestalla. Sumó sus tres primeros puntos en esta liga 2024-25, y lo hizo a pesar de dos condicionantes de peso: el primero fue el hecho de que todo un Barça saliese a jugar de amarillo contra un rival de blanco, vergonzoso, los culés quieren ver a su Barça de azulgrana siempre, pero contra el Valencia vestir de amarillo es una ignominia. El director de marketing no estará de acuerdo, pero tiene que primar el color azulgrana para todo el planeta fútbol que sigue al Barça. Y la segunda, y no menos grave, fue la inclusión en el once titular de Íñigo Martínez, teniendo a Christensen en el banquillo. El central vasco confirmó que no es jugador para el Barcelona, y firmó la peor actuación que se recuerda de un central azulgrana desde los tiempos de Chygrynskiy.




Centrándonos en el duelo en sí, la victoria tiene cierto mérito, ya que la medular del Barça era de circunstancias. Casadó, Bernal y Raphinha organizando el juego blaugrana era una moneda al aire. Salió cara, eso sí. Tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo porque el conjunto ché no es ni la sombra de lo que fue, acuciado por la mala gestión de Peter Lim, que está más por descomponer la plantilla que por fortalecerla. Al menos eso es lo que demuestra en los tres últimos años. El Barça fue mejor técnica y físicamente. Los de Baraja no inquietaron en exceso la portería de Ter Stegen, y tampoco es que supliesen la falta de calidad con poderío físico, ya que acabaron desfondados, y prácticamente sin atacar, lo cual provocó los silbidos de su propia afición.

No hubo demasiadas ocasiones claras de gol, pero los locales tuvieron una y la enviaron a la red, lo hizo Hugo Duro de precioso cabezazo en el 44. Y el 2-0 estuvo cerca, pero Cubarsí sacó bajo la línea de gol un remate que ya cantaba Mestalla. Acto seguido llegó el empate del Barça en la prolongación, Lamine Yamal asistía a Lewandowski, para que este inaugurase su casillero goleador. Tras la reanudación Mosquera picó como un juvenil y cometió penalti sobre Raphinha, que transformó el polaco, para completar su doblete. De ahí hasta el final poca chicha por parte de ambos contendientes. Gustaron y mucho, la calidad y el esfuerzo que mostraron Casadó y Raphinha, y el acierto goleador de “Lewy”. Tres puntos para el Barça, primordiales para comenzar bien esta nueva andadura liguera.