Partidazo en San Mamés entre un
Athletic Club peleón y un enorme FC Barcelona, que al final se llevó el duelo
por 0-1, pero que mereció haber ganador por más goles. El dominio y el
espectáculo lo pusieron los de Luis Enrique, pero la garra y el tesón fueron de
los bilbaínos. Los leones no se cansaron de luchar y presionar durante los 90
minutos del choque, pero los culés supieron superarles con una salida de balón
limpia y milimétrica desde Ter Stegen hasta los delanteros azulgranas.
En el minuto 20 el Barça trenzaría un
jugadón de esos que ponen berraco a cualquier entrenador que se precie, todos
los jugadores menos el portero y Jordi Alba tocaron y tocaron el balón hasta
que le llegó a Arda en la posición de extremo, quien puso un centro medido a la
cabeza de Rakitic, que entrando en carrera marcó de bello testarazo, que a la
postre valdría los tres puntos.
El conjunto catalán pudo ampliar la
ventaja, pero la falta de puntería de Messi o el egoísmo de Turan y Luis
Suárez, que no se pasaron el balón el uno al otro en dos ocasiones claras
cuando su compañero solo tenía que empujarla. No estuvieron finos los de
arriba, pero la medular dio una exhibición, sobre todo Rakitic, que a veces uno
piensa que si Pogba vale 110 millones ¿cuánto costaría el croata?.
El marcador fue corto, sin embargo se
nota la diferencia entre el Barça y el resto, la personalidad tocando el
esférico desde atrás, la técnica exquisita y el estilo inconfundible saliendo a
dominar ya sea en San Mamés o en el Bernabéu, hacen de este equipo un serio
aspirante a todos los títulos.
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