El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa tras imponerse al Sevilla por 5-4, tras un espectacular empate a cuatro tantos en los 90 minutos reglamentarios, en la final que se ha disputado en el estadio Paichadze Dinamo Arena de Tiflis.
Dos goles magistrales de falta directa del número uno mundial Leo Messi remontaron un duelo en el que los sevillistas comenzaron adelantándose, los culés se pusieron 4-1 y cuando todo parecía resuelto los de Emery igualaron la contienda para llevar el encuentro a la prórroga. En esta Pedro Rodríguez dio el título al Barça, quizás como último servicio al club que le vio formarse y crecer.
El genio argentino fue el antídoto perfecto al golazo madrugador de su compatriota Banega, que también anotó de libre directo. Ambos ejecutaron estas faltas a la perfección, haciendo inútiles las estiradas de los rivales. Más tarde llegarían los tantos de Rafinha, que salió de inicio en el puesto de Neymar, y de Luis Suárez, el tanto del uruguayo parecía sentenciar el título, pero un Sevilla inmenso dio un recital de pundonor para llegar a tiempo extra con el mencionado 4-4. Pero Pedrito, la figura, tenía la última palabra.
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