El ilustre campeonato bipolar comenzó por fin, y esta temporada tiende más a liga escocesa que nunca: Barça y Madrid, volverán a pelearla, como se espera siempre de ellos. Nada nuevo en ese sentido, pero sí en la forma de sus arranques ligueros, los madrileños le hicieron un set en blanco al Zaragoza y los azulgranas le endosaron una manita a todo un equipo “champions” como el Villarreal. Espeluznante.
Una dualidad cada vez más acentuada, que alegra a los seguidores de ambos equipos, pero que desespera e indigna a los rivales. Surgen voces discordantes que califican de “porquería” a la otrora llamada liga de las estrellas. Estas cada vez son menos y más concentradas en los firmamentos culé y merengue.
El dispar reparto de los derechos televisivos y la acuciante crisis económica han disparado las desigualdades entre los dos grandes de nuestro fútbol y el resto. Algunos a duras penas consiguen patrocinador y tienen que tirar de la venta de sus figuras. Mientras, Barça y Madrid se nutren con lo mejor de lo mejor y van generando ese abismo con respecto a los otros. Y ese abismo insondable es el que preocupa a todos. A todos… menos a los que están en la cima.



El FC Barcelona disputa hoy su trofeo, el Joan Gamper, con el efecto colateral positivo de la suspensión del primer partido de Liga, pues cuando hace unos meses se veían apreturas de calendario y no sabía dónde ubicarlo, acabó encajándose en un lunes cualquiera, y resulta que ahora se bendice esta fecha desde Can Barça, pues viene de perlas como encuentro preparatorio para la Supercopa de Europa a disputar este viernes frente al Oporto.
Y si bien en tres días, Guardiola no ha podido mejorar en exceso el estado de forma de los suyos, sí que es cierto que recuperará a tres pilares fundamentales de este Barça histórico. Piqué, Busquets y Xavi, ya restablecidos de sus dolencias, podrán salir en el once titular. Asimismo, Messi y Alexis, que jugaron en el Bernabéu su primer partido de la pretemporada, deberán mostrar algo más de su inmensa categoría individual.