El Barça, los platos rotos y los paños calientes

Anda la lengua española rica en palabras y locuciones, entre ellas nos encontramos los típicos tópicos: pagar los platos rotos y andarse con paños calientes. Expresiones castellanas de pura cepa. Así para hacer la crónica del FC Barcelona – Lucentum, leeremos por doquier las citadas expresiones: pagar los platos rotos y no se anduvieron con paños calientes. Ambas perfectamente válidas para describir la soberana paliza que los azulgranas les infringieron a los alicantinos.

El 73-43 final habla bien a las claras del circunloquio empleado en el párrafo precedente. Recibía el Palau al Barça tras el fiasco de la Final Four, y lo hacía en el primer duelo de play-offs por el título liguero contra el Lucentum, sin Navarro, resentido de su fascitis plantar, y con un Huertas, decidido a brillar, cuando no le eclipsa "La Bomba". El brasileño fue, con 14 puntos, el máximo anotador de los locales. Y volvió a meter 4 triples, al igual que en el intrascendente partido por la tercera plaza de la Euroliga. Siguiendo con los giros del lenguaje: a buenas horas mangas verdes.

Los de Xavi Pascual salieron en tromba, el parcial de 21-6 al finalizar el primer cuarto dejaba medio sentenciado el choque, gracias al acierto desde el perímetro. Tampoco nos engañemos, el mermado rival, sin Ellis, Llompart, Dewar, ni Rautins, no fue una auténtica vara de medir. No obstante, el Barça Regal quiso dejar patente que la derrota ante Olimpiakos no ha dejado secuelas, y que, partiendo peras, siguen siendo el equipo a batir en la ACB.