MEDIA LIGA EN EL DERBI CATALÁN

Matemáticamente el FC Barcelona no podrá ser campeón de Liga esta tarde ante el Espanyol, el set que le endosó el Madrid al Sevilla en el Pizjuán aplaza el alirón para próximas jornadas, si bien una victoria azulgrana dejaría el título a un solo punto. Lejos queda ya la goleada de escándalo que le endiñaron los culés a los periquitos en la primera vuelta (1-5), Villa y Pedro, con sendos dobletes y Xavi establecieron la mayor goleada del Barça en un derbi como visitante. Los blanquiazules sufrieron el rodillo blaugrana como dos semanas antes lo habían padecido los de Mourinho, que también se llevaron su “manita”.

Hoy no se vislumbra un carro de goles, el Barça está más agotado, física y mentalmente, la frescura ya no es la misma, y el rival mostrará su especial motivación para estos compromisos. No obstante, la motivación seguirá siendo un factor determinante, y de eso se encarga el maestro Guardiola. Parece suficiente el hecho de levantar la tercera liga consecutiva, hito sólo alcanzado en azul y grana por el Dream Team de Cruyff. El añadido de finiquitar la competición doméstica para centrarse en la finalísima de Wembley también debe pesar lo suyo.

No lo pondrán fácil los de Cornellá, pues a la tradicional rivalidad metropolitana, se une el sueño de los de Pochettino por una plaza en competición europea. No parece que el Barça vaya a reservar a nadie, saldrán con todo, si acaso Puyol podría estar en el banquillo, con lo cual el lateral izquierdo volverá a cojear, pues siguen las bajas de Adriano y Maxwell, y Abidal no está para noventa minutos. Pendientes pues de esa banda, donde probablemente se deje caer Callejón, que ya dio un recital de patadas y malos modos contra el Barça en la ida, ahora, recién fichado por el Madrid, ya ni te cuento. Máxima tensión, rivalidad sí, pero bien entendida, que el derbi catalán no deje temas extradeportivos como los cuatro clásicos, que nos traiga fútbol, y a ser posible, media liga.