El
FC Barcelona no realizó un buen partido en el Estadio de Vallecas, y el
empate (1-1) puede considerarse un buen resultado para el conjunto azulgrana.
El Rayo Vallecano fue de menos a más y acabó acogotando al Barça,
cercando la portería defendida por un majestuoso Joan García, y relegando
a un todopoderoso Barcelona a defender ese punto, que peligró hasta el pitido
final del colegiado. Los de Flick comenzaron el duelo con ímpetu y buscando la
victoria para equiparse a Madrid y Athletic Club, que ya habían conseguido el
pleno de 9 puntos, tras disputar sus partidos. La anécdota la protagonizó el
VAR, que empezó no funcionando y se iba y se venía, de forma incomprensible. De
hecho, en el claro penalti cometido sobre Lamine Yamal, no hubo VAR susceptible
de revisar el derribo sobre el canterano culé. El propio Lamine lanzó la pena
máxima y adelantó a los suyos en el electrónico. Joan García ya realizó paradas
de mérito a los locales en el primer tiempo. Y este concluyó con un disparo a
las nubes de un desatinado Dani Olmo, cuando estaba solo delante del
portero.
El
segundo acto comenzó de forma similar, con un jugadón trenzado de los
visitantes, que Dani Olmo tiró fuera. No anda fino el mediapunta barcelonista.
El Rayo ya comenzaba a acosar la meta del Barça, y Joan García acumulaba méritos
para convertirse en el MVP del partido, el guardameta estuvo soberbio durante
todo el encuentro, recordando por primera vez al porterazo de la temporada pasada,
sí, aquel que con sus intervenciones apoteósicas evitó el descenso del Espanyol
a Segunda División. No pudo hacer ya nada en el tanto de la igualada, cuando el
Rayo sacó un córner y Fran Pérez, sorprendentemente, estaba solo, sin
marca, en el segundo palo, rematando a bocajarro, tras el garrafal fallo de la
defensa del Barcelona.
Flick,
que ya había tenido un ataque de entrenador, poniendo de inicio a una pareja de
centrales nueva, Eric García y Christensen, que no jugaban juntos
desde 2022, trató de revolucionar el choque con cambios ofensivos, entraron Rashford,
Fermín y Lewandowski, pero el escenario no varió en absoluto. Los de
Íñigo Pérez siguieron mandando, y dominando de la mano de Isi Palazón, y
si no hubiese sido por el pedazo de portero que estaba defendiendo la meta azulgrana, el
resultado habría sido otro muy distinto. Pero los cancerberos también juegan, y
ahora se empieza a entender el porqué del asunto Ter Stegen, y el porqué
la inversión más cara del curso es la de Joan García.