El FC Barcelona se clasificó para la semifinales de la Champions League, y esa fue la mejor noticia que se pudo extraer del partido disputado en el Signal Iduna Park contra el Borussia Dortmund, ya que haciendo abstracción de la derrota por 3-1, lo cierto es que los pupilos de Flick hicieron uno de sus peores partidos de la temporada, y lo que es más sangrante: su tripleta atacante volvió a estar nefasta de cara a portería y solo un un gol en propia meta, como ya sucediera en Leganés, les salvó de una mayor angustia en los minutos finales. La tripleta atacante barcelonista estuvo completamente inoperante con un Lamine Yamal nefasto, con un Raphinha impreciso, irreconocible, y errático, y con un Lewandowski demasiado marcado y desasistido.
Y eso que el Barça saltó al feudo alemán con un once muy titular, con la excepción de Araujo por Íñigo Martínez, Gavi por Pedri, y Gerard Martín por el lesionado Balde. Pero desde que empezó a rodar el balón ya se vio que el Barça no estaba fino, que no presionaba de forma coral como lo suele hacer habitualmente, perdiendo muchos balones y echando de menos a Pedri. El 4-0 daba una cierta dosis de tranquilidad, pero al marcar de penalti Guirassy a los seis minutos, la cosa ya no pintaba bien. No obstante, el Barça supo contener las acometidas locales y llegar al descanso con esa desventaja mínima.
Tras el paso por vestuarios el panorama no varió demasiado. Las imprecisiones en la circulación de balón por parte azulgrana volvieron a ser recurrentes. Y lo peor que podía pasar, pasó. El Borussia anotó de nuevo en los primeros minutos, con el 2-0 y bastantes minutos por disputarse, los nervios empezaron a aparecer en la parroquia culé. Ni la entrada de Eric García ni de Pedri asentó el juego de los de Flick.
La suerte volvió a aliarse con el Barça y tras un centro potente y tenso de Fermín, fue Bensebaini el que introdujo el esférico en su propia portería, dejando muy tocados a los germanos. Todavía faltaba echar algo de pimienta al guiso y esa la puso Araujo, haciendo un despeje temerario en el área pequeña y asistiendo a Guirassy para su hat-trick particular. Se invocaba al último arreón de los amarillos, jaleados por su público y por su muro. A pesar del clamor local el marcador ya no se movería, el Barça pasaría el mal trago y, con más pena que gloria, ya está en semifinales de la Champions, donde le esperan Inter o Bayern.
No hay comentarios:
Publicar un comentario