Venció
el FC Barcelona al Real Mallorca por 1-0 tras un asedio constante
y un once revolucionario. El acoso azulgrana sobre el portero suplente
bermellón, Leo Román, fue casi improductivo y consiguió desesperar a la
hinchada culé, culminando con la internacionalidad del guardameta ibicenco. Hasta
12 paradas realizó el cancerbero visitante, siete u ocho de ellas de mucho mérito y tres sobresalientes en
las que salvó goles que ya se cantaban en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Y hasta 40 disparos realizó el Barça, que alguien avise a los del Guiness.
Fue un encuentro atípico en el que Arrasate no podía contar con varios
de sus mejores jugadores, y en el cual Flick arriesgó en demasía, dejando
a muchos titulares sin ser de la partida, y poniendo a otros que no han disputado
demasiados minutos, como Ansu Fati y Héctor Fort. En el caso del
lateral derecho haciéndole jugar en el lateral opuesto, y ubicando a Eric
García en la posición natural de Fort, otro experimento con gaseosa. Los tres cumplieron de maravilla. Todo el
conjunto azulgrana respondió sobre el campo con fútbol y ocasiones a
cascoporro.
El
fútbol exquisito y de muchos quilates lo ponía Pedri, coreado por la
grada y con su enésimo MVP al final del choque. El canario dio otra masterclass
sobre el césped de Montjuic, ordenando a los suyos, haciéndoles jugar y
buscando líneas de pase donde otros solo ven piernas rivales. A pesar de las
dos incursiones mallorquinas frente a la meta de Szczesny en los
primeros instantes, el resto del choque fueron posesiones locales, disparos a
puerta y asedio constante sobre la portería del Mallorca. Ese acoso se topaba
contra el guardameta, rebotaba contra los defensores isleños, se estrellaba contra
el poste o se iba fuera lamiendo los palos. Fueron unos primeros 45 minutos de
frustración continúa para los barcelonistas.
Y
como el fútbol es así de caprichoso, lo que no se solucionó en 45 minutos, se materializó
en 45 segundos, los que tardó el Barça en sacar de centro, en que Eric García
se la pusiese a Dani Olmo, y este ubicado equidistante entre cinco defensores,
la cruzase con la zurda al único lugar donde no podía llegar Leo “Spiderman” Román.
Ese gol, que a la postre sería definitivo, no supuso variaciones en los
planteamientos, el Barça siguió dominando y atacando en busca de la sentencia,
y el Mallorca tampoco se despeinó, a sabiendas de que con esa mínima desventaja
estaba en el partido. Pudo finiquitarlo Lamine Yamal, pero solo ante el portero,
la echó fuera. Alguna también tuvo el Mallorca, pero tampoco es que Szczesny
se tuviese que emplear a fondo. El Barça no tuvo que pedir la hora, porque con todos
los cambios realizados el Mallorca se quedó con uno menos por la lesión de Abdón.
Así que la victoria y los tres puntos se quedaron en la Ciudad Condal y el Barça
se acerca un poquito más al título de liga.
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