El
FC Barcelona venció al Real Valladolid en el José Zorrilla por
1-2, teniendo que sufrir ante el colista, al disponer Flick un once
plagado de suplentes, teniendo a Pedri como único titular sobre el
césped pucelano. Y es que como ya ocurriera en Pamplona al entrenador alemán se
le fue la mano con las rotaciones y los descansos. En la cuidad castellana fue
aún más temerario, puesto que el Barça se está jugando la liga y la próxima
jornada hay un clásico decisivo contra el Madrid. Aún con la victoria en el bolsillo
nos atrevemos a aseverar que fue una locura jugársela de esa manera sin
extremos solventes, con un delantero centro que es la tercera opción. La
rotación masiva no fue aprovechada por los suplentes, que no estuvieron a la
altura. Fue un desbarajuste absoluto, que solo tiene un pase si nos atenemos a
que el martes se disputa la vuelta de semifinales de la Champions contra
el Inter de Milán.
Volvía
Ter Stegen a la portería tras 223 días ausente por su grave lesión. Como
la pelota es caprichosa y no entiende de recibimientos afables, saludó al
guardameta germano con un efecto parabólico endiablado a disparo de Iván
Sánchez, que supuso el gol blanquivioleta a los 6 minutos de juego. Los
visitantes trataron de responder a semejante varapalo. No lo lograban, pues al dominio
aplastante sin profundidad, respondía el Valladolid con nueve defensas
replegados alrededor de su portero, y salidas a la contra del veloz Raúl
Moro. Sin desequilibrio alguno, tenía que ser Dani Rodríguez, un extremo
canterano el que lo intentase desde la posición de Lamine Yamal. El cual
tuvo que hacer acto de presencia cuando al chaval se le salió el hombro y no pudo
continuar en el encuentro. Con alguna filigrana de la joya barcelonista se
llegó al descanso.
Tras
la reanudación el Barça puso más artillería: Raphinha y De Jong
saltaron al campo para tratar de revertir la situación. El delantero brasileño
hizo diana desde la frontal para igualar la contienda. Ya llovía menos. Y
escampó cinco minutos después cuando Fermín remató de primeras una asistencia
de Gerard Martín. El Barcelona contemporizó a raíz del segundo tanto. Solo
algún destello de Lamine y la incertidumbre del resultado, con esa ventaja
mínima, dejaron el partido en tensión, ya que los de Flick tenían la cabeza en
Milán y los locales en la Segunda División. El Barça acabó el partido con el
objetivo cumplido: tres puntos más, un partido menos, y muchos minutos de descanso
para los titulares que disputarán la decisiva semifinal del martes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario