El Barça sigue sin salir del fango

Hay que pellizcarse varias veces para acabar de creerse la ventaja que ha dilapidado el FC Barcelona en tan solo cuatro jornadas ligueras. Un empate y tres derrotas consecutivas han dejado el campeonato en un pañuelo y la diferencia que sacaba a sus perseguidores ha desaparecido. Empatado con el Atlético y sacando un solo punto al Madrid, el Barça jugará los últimos cinco partidos del campeonato sin esa red que hasta ahora le protegía.

Y es que hasta la mala suerte se está cebando con los azulgranas, el encuentro contra el Valencia en el Camp Nou bien podría haberse saldado con una victoria holgada para los de Luis Enrique, pero la salida en tromba de los locales se vio frenado por un inspirado Diego Alves, al tiempo que trenzadas jugadas eran culminadas erróneamente por el tridente culé.

Para colmo de adversidades los ché se adelantaron en el marcador tras un centro de Siqueira que Rakitic metió en propia puerta. El Barça acusó el golpe, ya no llegaba con tanta claridad a la meta valencianista. Al filo del descanso una magnífica combinación entre varios jugadores visitantes acabó con un tiro cruzado de Santi Mina que batía a Bravo. El 0-2 ponía muy cuesta arriba la victoria local.

Tras la reanudación se vio un Barcelona nervioso y movido por impulsos, ya no se jugó tan bien como en los instantes iniciales. Neymar seguía perdido en luchas individuales, sin mostrarse incisivo, mientras Suárez volvía a estar fallón como en los últimos encuentros, solo Messi volvió a recordar a su mejor versión, prueba de ello fue su tanto en triangulación con Jordi Alba, era el gol 500 de su carrera, pero ni por esas se tocó a arrebato. Solo quedó un cúmulo de imprecisiones, un tiro cruzado de Piqué que ya jugaba de delantero centro y la desolación de otra derrota que complica un título que parece que se escapa como arena entre los dedos.