El FC Barcelona perdió una ocasión de
oro para plantarse en la Final Four de Berlín, habiendo recuperado el factor
pista, lo dejó escapar en un partido no apto para cardíacos, decidido tras una
prórroga, en la que los azulgranas acabaron cediendo estrepitosamente el
partido (80-92) y la posibilidad de sentenciar la serie. Ni tan siquiera el
inspirado -y renacido- Navarro pudo frenar el ímpetu del Lokomotiv, que se
empeñó en devolver a la serie a Krasnodar y no paró hasta que lo consiguió.
El equipo culé vivió de la segunda
juventud de "La Bomba" (19 puntos), que lleva una serie espectacular
contra los de Kuban, pero se topó con un NBA como Randolph que masacró el aro
local con 28 puntos y decidió él solito el duelo. En este partido por fin
encontró el apoyo de Claver, que con 17 puntos y 24 de valoración demostró que
no está solo de adorno. El insufrible Delaney también hizo de las suyas por el
Palau y ayudó para que los rusos se fuesen 5 arriba al descanso.
Tomic empezaba inspirado -acabaría con
18 puntos- pero se diluía por momentos antes las torres del "Loko",
tuvo que ser Navarro el que liderara un parcial de 12-2 para equilibrar el
choque. Los visitantes no dejaron de llevar la iniciativa en el último cuarto,
y volvió Juan Carlos para dejarnos uno de sus momentos mágicos, una canasta que
forzaba la prórroga y que enloquecía a la hinchada catalana.
Pero la irregularidad de los pupilos
de Xavi Pascual volvió a hacer acto de presencia en el tiempo extra. Los rusos
endosaron un parcial demoledor, un 0-11 que dejó helado al Barça y a su
afición, que veían como se escapaba el billete hacia Berlín, que por unos
momentos pareció cercano. Ahora tocará volver a comprarlo en el definitivo
quinto partido de la serie.
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