El Barça pasa como un ciclón por Riazor (0-8)

Todo culé que se precie se sentaba hoy frente al televisor con la duda de qué Barça veríamos, si el decadente de las últimas cuatro jornadas que iba en caída libre hacia el abismo o si ya le tocaba un partido de los de antes, de los que ganaba con solvencia cuando encadenó 39 encuentros sin perder. La resolución llegó al inicio de la segunda parte con el 3-0, pues con el 2-0 del primer tiempo todos recordaban las dos últimas igualadas a 2 del Deportivo de La Coruña.

El FC Barcelona se reconcilió con el fútbol, con el gol y con el espectáculo, y lo que es más importante reencontró la conexión Messi-Suárez-Neymar. La borrachera de goles del conjunto azulgrana fue de las que hacen historia, se notó desde el minuto uno que los de Luis Enrique iban a por el partido. Tuvo que ser Suárez, el jugador culé más en forma en esta liga e imprescindible para tratar de ganarla, el que diera dos zarpazos para calmar los ánimos. Entre ambos tantos el Depor tuvo un par de ramalazos que inquietaron a Bravo, pero que no fructificaron y los locales se diluyeron como un azucarillo.

Tras la reanudación los gallegos fueron un pelele en manos del Barcelona, que hizo todo lo que quiso, triangulaciones, dominio abrumador, jugadas trenzadas, remates francos, y todo ello se juntó para endosar un set en blanco a los de Víctor Sánchez en 34 minutos. Suárez asistió a Rakitic para el tercero. El propio uruguayo anotó el cuarto y el quinto, y cedía el sexto a Messi. La siguiente diana la hizo Bartra con una galopada desde la medular que culminó de disparo cruzado, demostrando que está un punto por encima de Mathieu y Vermaelen. Y todavía quedaba la última asistencia de Suárez para que un negado Neymar hiciese su golito. El que cerraba la cuenta manteniendo líder al Barça a falta de cuatro jornadas.