El FC Barcelona se redimió de su eliminación en la Euroliga ante el Laboral Kutxa, unos días después de la
debacle ante el Lokomotiv Kuban. El partido fue atrasado precisamente por la
disputa de la máxima competición europea, y el conjunto azulgrana se impuso con
claridad al Baskonia por 89-68, una diferencia exagerada, y que no refleja la
realidad entre ambos equipos. Pues los vascos les han ganado los dos partidos en el Top-16.
Las excusas que podrían alegar los de Vitoria
serían la de las ausencias de Blazic, Causeur y Shengelia, pero los que
estuvieron eran y son muy buenos, lo que ocurre es que no desplegaron su mejor
baloncesto, ese que les ha llevado a la Final Four con equipazos de la talla
del CSKA y del Fenerbahce.
El Laboral empezó muy fallón, con una
horrible serie de 2 de 20 tiros de campo, mientras que los locales comenzaron
con bríos, bien dirigidos por Satoransky (16 puntos). Bien avanzado el segundo
cuarto los catalanes ya mandaban en el electrónico por 25-8. Diferencia que con
el relevo del base checo se vio mermada al descanso hasta los 7 puntos. En la reanudación volvió a comandar
las operaciones, si bien ahora se sumaron al baile los Doellman (9), Tomic (11),
Samuels (14) y Abrines (10).
Ello unido a que los visitantes tuvieron otra
racha de desacierto en el tiro (Solo Bourousis con 18 puntos estuvo a su nivel),
y que tampoco estuvieron lo intensos que en ellos es habitual, les dejaron muy
por debajo de la escuadra culé, que por otra parte está más necesita de
justificarse ante su afición tras el varapalo europeo. El Palau Blaugrana vio como se imponían los suyos con un triunfo que
les permite seguir líderes en solitario, de cara a este apretado final de Liga
Endesa en el que el factor cancha se presenta más decisivo que nunca.
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