Villa y el tren en marcha

El FC Barcelona se enfrenta hoy a su primer "match ball" del año, será en La Rosaleda a las 22:00 frente al Málaga. Tratará de remontar el 2-2 que se dio en el Camp Nou en el partido de ida de cuartos de la Copa del Rey, y lo hará con todo su arsenal disponible. Ayer se dio esa estampa en Sant Joan Despí, los 25 jugadores del primer equipo entrenaban juntos por primera vez en la temporada.

Ha viajado también David Villa, recuperado de su contractura muscular. El delantero intentará demostrar que no tiene nada que demostrar. Tras un año de parón por fracturarse la tibia, ha evidenciado su saber estar, dolido por sus pocos minutos sobre el césped, pero aprovechando todos y cada uno de ellos. Al asturiano no le va el papel de actor secundario, pero ha sabido ser prudente con su suplencia, no buscando la gresca fácil, ni tan siquiera cuando una riña con Messi se ha querido vender como una reyerta irreconciliable.

No puede disimular su desencanto por no jugar más, lo contrario sería inverosímil en un futbolista de su talla. Su nombre viene sonando en este mercado de invierno para los mejores equipos del continente (ayer mismo la prensa británica aseguraba que el Arsenal ofrece 12 millones por el “7” azulgrana), y sin embargo David sigue queriendo demostrar su valía en el Barça, sabe que Vilanova confía en él, de hecho no quiso otro atacante en la pretemporada, lo cual le confiere un estímulo mayúsculo. Le falta revertir su rol actual de revulsivo y volver a ser “El Guaje”. El tren culé está en marcha, va a toda máquina, hoy para en Málaga, y Villa puede subirse. Incluso en marcha.

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