El Barça también es humano

Podía perder alguna vez el FC Barcelona, y así fue, cayó en Anoeta ante una Real Sociedad que hizo un gran partido y se aprovechó de la indulgencia azulgrana. Después de una primera vuelta inmaculada (18 victorias y 1 empate), el Barça perdió su imbatibilidad. “No somos infalibles” apuntó Zubizarreta, al finalizar el duelo, y esto lo corroboró el gran Leo Messi, que dejó vivos a los donostiarras, fallando un mano a mano con el portero, y enviando otro al poste, cuando ya se cantaba gol. Habría significado el 0-3, pues ya habían marcado el propio argentino, desde la frontal, y Pedro a pase de la muerte de Alves. Pero de la sentencia del tercer tanto se pasó al gol del Chory Castro, con el que se llegó al descanso, dando alas a los txuri-urdin.

En la reanudación los de Vilanova salieron desenchufados, y los vascos mantuvieron la intensidad del comienzo, poniendo en apuros la meta de Valdés. Las acometidas locales fueron a más, cuando Undiano, con una rigurosa segunda amarilla, expulsó a Piqué, quedaba media hora, que se haría muy larga para los intereses culés. Como las desgracias nunca vienen solas, Mascherano desviaba al fondo de las mallas un disparo de Castro, consiguiendo la igualada. El Barça no se conformó, y a pesar de jugar con diez, se hizo con el control del choque. Iniesta se echó el equipo a la espalda y dio una de sus habituales exhibiciones, pero no se llegó con claridad a las inmediaciones del flojo guardameta Claudio Bravo. El que sí llegó a la de Valdés fue Agirretxe, que en el 91 cazó un centro envenenado desde la derecha, que condenaba al líder a probar el amargo sabor de la derrota, la primera de Tito en Liga, mostrando así su lado más terrenal.

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