El hambriento y los muertos de hambre

Mientras todo el planeta fútbol celebra la consecución del cuarto Balón de Oro de Leo Messi, el propio jugador del FC Barcelona asegura que tiene más hambre, que le quedan muchos objetivos por lograr. El mejor jugador del mundo, y posiblemente de la historia, no se queda satisfecho con llevarse todos los premios individuales, los títulos colectivos, y batir todos los récords que se le ponen por delante, quiere seguir ganando sin parar, lo lleva en la sangre, en su ADN, y a fe que conseguirá lo que se proponga. Se palpa, sigue hambriento.

Por otro lado tenemos a los muertos de hambre, los de la caterva cibelesca y los de “el relañato”, que siguen tratando (sin conseguirlo) de ensuciar los premios, récords o títulos que Messi va consiguiendo. Así les tenemos soltando espumarajos por la boca, arremetiendo contra el traje del argentino, o contra el propio Balón de Oro, que como no se lo ha llevado el que ellos querían, ahora es un premio desprestigiado, han llegado a decir “prostituido”. Lo afirman hoy, cuando el trofeo es más ecuánime que nunca, antes lo otorgaba la revista France Football, sin criterio preestablecido, actualmente votan los capitanes y seleccionadores de todo el mundo, amén de los periodistas de los cinco continentes. Pero la mala baba les corroe y no les deja vivir, quedando restringida su labor a desprestigiar todo lo vista de azul y grana. A ver cuánto se demoran en buscar a algún futbolista de Zambia o de las Islas Galápagos que tenga 5 balones de oro. No tardando, ya lo verán… En fin, que sigan así de escocidos, será una magnífica señal.

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