Esta noche: FC Barcelona-Sttutgart. O lo que es lo mismo, está en juego la supervivencia del último representante de la Liga Española. El Barça se trajo un 1-1 de Alemania, pero ya comprobamos anoche que puede no ser suficiente, de hecho el Sevilla cayó con el mismo “buen” resultado que tienen ahora mismo los culés.
Se espera un partido tenso, se está viendo que los octavos de este año están cargados de sorpresas (“samuelazos”, “lyonesas”, “CSKOs”,..). Y los germanos vienen con optimismo, sin miedo porque no tienen nada que perder y todo por ganar. Le pondrán un extra de entrega, tocarán a arrebato como en la ida y tratarán de poner en complicaciones al actual campeón de la Liga de Campeones. Así que ojo al empuje inicial de los teutones, habrá que amansar a la fiera, con dominio de balón y control del tempo del partido. Se necesita que Xavi sea Humphrey Bogart. Que Iniesta sea Don Andrés. Que Zlatan sea oro como su nombre. Que Henry sea aire. Y que Messi sea... Messi.
Se espera el Barça de las mejores ocasiones y el ambiente del Camp Nou de las grandes citas. Comunión entre jugadores y afición. Mosaico en azul, grana y amarillo. Flamear de banderas culés. Suena el himno händeliano de la Champions: “El Barça, el Barça...”
Se espera un partido tenso, se está viendo que los octavos de este año están cargados de sorpresas (“samuelazos”, “lyonesas”, “CSKOs”,..). Y los germanos vienen con optimismo, sin miedo porque no tienen nada que perder y todo por ganar. Le pondrán un extra de entrega, tocarán a arrebato como en la ida y tratarán de poner en complicaciones al actual campeón de la Liga de Campeones. Así que ojo al empuje inicial de los teutones, habrá que amansar a la fiera, con dominio de balón y control del tempo del partido. Se necesita que Xavi sea Humphrey Bogart. Que Iniesta sea Don Andrés. Que Zlatan sea oro como su nombre. Que Henry sea aire. Y que Messi sea... Messi.
Se espera el Barça de las mejores ocasiones y el ambiente del Camp Nou de las grandes citas. Comunión entre jugadores y afición. Mosaico en azul, grana y amarillo. Flamear de banderas culés. Suena el himno händeliano de la Champions: “El Barça, el Barça...”
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