El
mejor jugador de la historia, Don Lionel Messi, volvió a
hacer de las suyas. Salió en el minuto 58 del partido Sevilla-FC
Barcelona cuando los suyos perdían 2-0 y con una actuación
excelsa revolucionó el choque dando la vuelta al marcador y
consiguiendo mantener al Barça invicto en esta Liga. De vergüenza
que el genio de Rosario, que lleva siendo el mejor jugador desde el
2009 “solo” tenga cinco balones de oro, increíble pero cierto.
El
Sevilla fue mejor que el Barça, de largo. Sobre todo la primera hora
hasta que Messi saltó al campo. Los de Montella avasallaron a los
azulgranas y los tuvieron contra las cuerdas, pudiendo haber logrado
el tercer y definitivo tanto en un par de ocasiones claras. N´Zonzi,
Banega y Vázquez
sostenían a los andaluces en la medular y daban un repaso a los
mediocampistas rivales, que sin Busquets, lesionado,
naufragaron en el Pizjuán.
La
afición sevillista empujó a los suyos de lo lindo, y estos
respondieron con todo, sin reservar nada para el Bayern en Champions,
que más les valdría haber guardado algo para el líder de la
Bundesliga. El primer tanto local, obra de Vázquez, llegó en el 37
en un fallo en cadena de la zaga culé, dejando al “mudo” rematar
a bocajarro.
Tras
la reanudación Muriel anotó el segundo, que habría
resultado definitivo de no ser por “El Mesías” que obró un nuevo
milagro en Nervión. Nada más salir convulsionó el encuentro. Tras
repartir juego a diestro y siniestro, filtrar el esférico entre
líneas, y manejar el duelo a su antojo, el Barça tiró dos veces a
los palos y cuando parecía que no era el día, se salvó un punto,
gracias al más grande, en un intervalo de 54 segundos Suárez de
remate acrobático, y Messi, con un disparo desde la frontal,
empataron el duelo cuando ya se mascaba la primera derrota de este
curso. Solo que Leo no estaba dispuesto a consentirlo, aquí se juega
a lo que él mande. Por algo es el número uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario