El
FC Barcelona se dejó dos puntos en Balaídos en el minuto 82,
merced a un tanto marcado con la mano por Iago Aspas. El empate final
a dos goles habría sido un resultado justo a tenor de las ocasiones
de unos y otros, pero logrado ilegalmente con ayuda de la mano ya no
fue tan ecuánime. Ambos contendientes hicieron méritos y deméritos
para cualquier marcador, pero al final se llegó a un empate que no
satisfizo a ninguno de los equipos. Menos al Celta, que pugna
denodadamente por una plaza en la próxima Europa League.
Dispuso
Valverde un once inicial plagado de suplentes, tan solo Ter
Stegen jugó de inicio por parte azulgrana. Obviamente se pensaba en
la final de Copa del Rey del próximo sábado ante el Sevilla. La
revolución total del Txingurri tampoco resultó tan pésima,
a tenor de las derrotas y empates de las últimas temporadas ante el
equipo vigués. Lo que más pavor daba era ver a André Gomes
tratando de emular a Busquets en la medular. Tampoco se desenvolvió
del todo mal, de hecho permitió liberarse a sus compañeros en la
línea de medios, Paulinho, Coutinho y Denis pudieron llegar al área
rival, con las espaldas cubiertas por el portugués.
Inauguró
el electrónico Dembélé de zurdazo cruzado desde la frontal,
era su primer gol en liga, ya era hora. Gomes que, insistimos, no
había estado mal, dio un pase cruzado criminal que sirvió para que
los locales lograran la igualada en el 45, cuando Jonny aprovechó un
pase de la muerte. Tras el descanso volvió a adelantarse el Barça,
ya con Messi sobre el césped. Entre Paulinho y la punterita
de Alcácer los visitantes cobraban momentánea ventaja, hasta
que el citado 82 llegó el tanto ilícito de Aspas, que dejaba las
tablas en el encuentro gracias a su mano. Para entonces ya los culés
jugaban con diez por la expulsión de Sergi Roberto, así que el 2-2
no supo tan mal.
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