Siempre
le quedará la feria de abril al Sevilla CF para pasar el mal
trago del 5-0 que le infligió el FC Barcelona en la Final de
la Copa del Rey. Los azulgranas pasaron el rodillo en el Wanda
Metropolitano y destrozaron a los andaluces en un partido que
pasará a la historia por la goleada, por el excelso juego de los
culés, por la enésima exhibición de Lionel Messi, por ser la 30ª
Copa del Barça, y por ser la última final que disputa el mejor
jugador español de todos los tiempos, Don Andrés Iniesta.
El
manchego fue de los mejores del duelo, marcó los tempos del
encuentro nada más comenzar, doblegó a los mediocampistas rivales y
anotó el más bello gol de la final. Al ser sustituido recibió la
ovación de todo el estadio, independientemente de los colores
Iniesta fue despedido como se merece, por su sublime actuación y por
su brillante trayectoria.
El
Barça salió enchufado desde el pitido inicial. El once titular habitual, con
la inclusión de Cillesen, estuvo espléndido, todos de diez.
Es más el portero no habitual inició la jugada que devengaría el
primer tanto, su pase en largo lo recogió Coutinho para
asistir a Luis Suárez. Los de Valverde avasallaban al
rival con su asfixiante presión y su impecable juego. Iniesta
estrellaba el esférico en el travesaño en el que podía haber sido
el segundo de la noche. No falló Messi que, tras una soberbia asistencia de tacón
de Jordi Alba, batía a un David Soria desarbolado, al
igual que sus compañeros, por un inmenso Barcelona. El tercero lo
metía Suárez tras aprovechar un pase filtrado de Messi por el único
espacio por el que cabía una pelota.
Tras
la reanudación los de Montella intentaron acercarse a la meta
del inédito Cillesen, pero el golpe definitivo estaba al caer.
Iniesta se asoció con Messi en una pared de escándalo que el
de Fuentealbilla culminó tirando al portero al suelo y marcando a
placer. Era el broche final al partidazo de un genio. Aunque todavía
faltaba redondear la manita. El 5-0 lo firmaba Coutinho de
penalti. Fue otra concesión de Messi, no la última, pues el
rosarino le dejó todo el protagonismo a Iniesta para que este, en un
día tan señalado, subiese solo a recoger la Copa de manos del
Felipe VI. De Rey a Rey.
¡Qué grande es este Barça! Y qué poco lo sabemos valorar!
ResponderEliminar¡VISCA EL BARÇA!
ResponderEliminar