Cuando un córner da pavor

Tras la diáspora azulgrana por varios continentes, observamos el triste entrenamiento del FC Barcelona con tan solo Pinto, Fontàs y Jonathan. Por el contrario, la alegría vino de la mano de Abidal, que tras 223 días volvió a tocar balón y está preparando una pretemporada a su medida, para tratar de volver a los terrenos de juego antes de que acabe este año.

Y precisamente el regreso del defensa francés sería la única explicación lógica que tendría la penosa falta de planificación en tema de incorporaciones por parte de la directiva culé. El hecho de que Abi pueda ocupar esa demarcación en el eje de la zaga es lo único que salva a Zubizarreta y compañía de exhibir una política de fichajes horrorosa.

Ya se sabía a principios de temporada que solo se contaba con dos centrales: Puyol y Piqué, y uno de ellos renqueante, en el caso del “Tarzán de la Pobla”, y que para más infortunio ha ido cayendo de lesión en lesión, para acumular cuatro distintas en poco más de un mes. Total, que si se lastimaba Gerard, “se nos caía el invento” como aseguró Vilanova hace dos temporadas, cuando solo tenían al 3 blaugrana en pie.

Pues con todo y con ello, se ficha a Song por 19 millones de euros, cuando lo que se necesitaba prioritariamente era un central por lo que pudiera pasar. Pues bien, hete aquí que ha pasado, los dos zagueros centrales está lesionados, el camerunés no convence en ese puesto, los canteranos Fontàs y Bartra están pero como si no, pues Tito no les ha dado ni un minuto y hay que reconvertir a Adriano para el clásico. Para qué comentar el sufrimiento contra el Madrid, en cada córner, en cada falta, en cada centro al área,... En resumen, una defensa cogida con alfileres, que viene a decir que algo se ha hecho mal, o muy mal.