El
Mallorca fue el rival propicio para una nueva exhibición de
Lionel Messi. El séxtuple ganador del Balón de Oro lo volvió
a hacer, dio un recital y una espectáculo maravilloso a todos los
amantes del fútbol. No conforme con ello, el mejor futbolista de
todos los tiempos anotó su 35º triplete particular, nuevo récord
de LaLiga, adornándolo con una retahíla de pases,
asistencias, paredes y regates para deleite de los todos los culés
del planeta. Todo esto lo hizo después de ofrecer el trofeo en los
prolegómenos del encuentro.
El
FC Barcelona mantuvo el liderato con una nueva goleada (5-2).
Otra manita, y ya van unas cuantas esta temporada en el Camp Nou.
Esta vez estuvo acompañada de buen juego por parte de los
azulgranas, las piezas parece que por fin se van engranando y el
tridente (todos marcaron) empieza a afinar la puntería. Ya solo
falta que los ajustes defensivos empiecen a cuadrar y que no se deje
bigolear en el Estadi a un equipo que coquetea con el
descenso.
Los
de Valverde comenzaron el duelo avasalladores, embotellando a los
bermellones en su área. “El otro tridente” -Busquets, Rakitic
y De Jong-
dominaba la medular a su antojo. Pero fue en una contra, con
asistencia magistral de Ter Stegen, en la que Griezmann se
plantó solo ante Reina y lo batió picando el esférico. Diez
minutos después Messi celebraba su reinado balompédico con otro de
sus misiles a la escuadra. El Mallorca acechaba tímidamente la
portería local y así un remate de Budimir, que desvió
Lenglet, les sirvió para acortar distancias y meterse en el
partido. Les duró poco la esperanza. En dos minutos Messi colocaba
otro pase a la red, parecido al anterior, y Luis Suárez
marcaba el tanto de la noche y posiblemente de la temporada, con un
taconazo de vaselina y de espaldas que supuso el cuarto.
Tras
la reanudación el Barça siguió intentándolo, pero ya con menos
acierto, o con la cabeza en Milán. Ello propició un nuevo gol de
Budimir, de cabeza, tras fallo en la salida de Ter Stegen. Algo de
vidilla les dio a los visitantes, pero la distancia era demasiado
grande, y más alargada se hizo con un nuevo zurdazo de Leo, esta vez
a la escuadra opuesta, para variar, que confirmaba “la manita”,
el liderato y una nueva exhibición del astro argentino, que le aupó,
también, al pichichi del campeonato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario