Triunfo
vital el que obtuvo el FC Barcelona en el campo del Atlético de
Madrid (0-1). Una victoria que fue sufrida y trabajada durante los 90
minutos del duelo y que sirve para mantener el liderato de LaLiga.
Dispuso Valverde el equipo de gala, obligado por las ausencias de
Busquets y Dembélé, y la medular azulgrana no supo frenar las
acometidas de los colchoneros. El Atlético fue mejor durante gran
parte del encuentro, pero le falta mordiente arriba, pero que mucha
mordiente. Morata porne trabajo y clase, pero no es el delantero para
suplir a Griezmann.
Hay
que resaltar un nombre propio, Lionel Messi, el próximo Balón de
Oro emergió en los minutos postreros para asestar el golpe
definitivo a los atléticos. Pero no sería justo dejar de mencionar
la labor encomiable de Ter Stegen. El meta germano dio un recital de
paradas y de colocación bajo los palos, evitando varias ocasiones
claras para que los locales se adelantasen en el marcador. En
especial una de Hermoso que desvió a córner por centímetros.
También el Barça se pudo ir con ventaja al descanso si el testarazo
de Piqué no se hubiese estrellado contra el larguero.
Tras
la reanudación el Atlético lo siguió intentando, pero con los
mismos problemas endémicos que acumula desde el inicio del
campeonato, la falta de gol y de definición. Poco a poco, presas del
cansancio, se fueron diluyendo en acometidas y ocasiones. Y poco a
poco los culés se hacían con el tempo del partido. Cada vez dejaban
más espacios, y una de esas situaciones fue la que aprovechó el
mejor futbolista de la historia para sentenciar a los rojiblancos.
Corría el minuto 86 cuando Messi inició una cabalgada, marca de la
casa, llegó a la frontal, se apoyó en Luis Suárez, este se la dejó
medida a la zurda del astro argentino y llegó lo inexorable: el
zurdazo colocado de Leo para dejar mudo y compungido al Wanda. Messi
se palmeaba el escudo con intensidad. Aquí está él. Aquí está el
FC Barcelona. Aquí está el líder.
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