El
Real Sociedad-FC Barcelona pintaba partidazo en la previa. Y
lo fue. Encuentro disputado de poder a poder, en el que pudieron
ganar los dos contendientes y en el que hubo reparto de puntos (2-2).
Fue un duelo espectacular en el que quiso destacar un impresentable,
tirando a muy impresentable, el colegiado Arberola Rojas. El
sujeto tuvo la indecencia de pitar en contra del Barça un penalti,
a los 10 minutos de juego, por esos agarrones que se ven cientos en
saques de esquina y lanzamientos de falta. Ahí no le tembló el
pulso, eso sí cuando en el 93 se prodjujo un agarrón flagrante con derribo
incluido a Piqué, que podía haber significado la victoria
culé, se desinhibió y miró para otro lado, (el del VAR, Gil
Manzano, hizo lo propio), el muy cagón y parcial árbitro
toledano.
Y
esa es la historia de nunca acabar de los árbitros madridistas,
antiBarça, madrileños, o toledanos, que ya por cercanía... La
mayoría son tipos con aspecto chulesco, engominado, prepotentes,
vomitivos en definitiva, que inexorablemente y de manera plúmbea han
perjudicado al equipo azulgrana, en beneficio del Madrid (estilo
Muñiz Fernández), en su propio beneficio (Rodríguez
Santiago), o ambas cosas (Megía Dávila, que de tanto
robar al Barça le dieron el puesto de delegado del Madrid, ya sin
disimulos de los del señorío y los de la caverna). Aún con todo el
FC Barcelona se sobrepondrá a esta caterva de golfos apandadores.
El
choque fue espectacular. Reiteramos. A pesar del ínclito colegiado.
Los txuri-urdin aprovecharon el regalo de Arberola Rojas para
inaugurar el macardor de penalti, por medio de Oyarzabal, un jugadorazo con zurda exquisita, por cierto. Los
de Valverde no se descompusieron, igualaron la contienda con
picadita de Griezmann en una contra, al filo del descanso. Y al comienzo del segunto tiempo se adelantaron en el electrónico con tanto de Suárez a puerta
vacía, tras regalo de Messi. Piqué
tuvo la sentencia con un cabezazo salvado en la línea de gol. Un
fallo en el despeje de Ter Stegen dejó la pelota muerta ante
Isak, que solo tuvo que empujarla. A partir de ahí empujaron
más los vascos, pero sin tino en el remate. El colofón lo puso el
parcial árbitro, que sí quiso ver un penalti en contra del Barça,
pero no uno clamoroso a su favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario