El
FC Barcelona se proclamó campeón de LaLiga 2018-2019
al vencer al Levante por 1-0 en el Camp Nou. Lo hizo
con total autoridad, a falta de tres jornadas para la conclusión del
campeonato, y cuando lo decidió el mejor jugador de la historia,
Lionel Messi. El rosarino fue reservado en la primera mitad
con vistas a las semifinales de Champions contra el Liverpool,
y saltó al césped en el segundo acto determinando el resultado
final. Un tanto suyo bastó a los azulgranas para sumar la victoria,
que acarreaba la 26ª liga del club catalán y la octava en los
últimos once años. Una barbaridad que habla bien a las claras del
dominio culé desde la llegada de Leo.
Sin
Messi en el once, ni tampoco Busquets,
fue Coutinho el que, sorprendentemente, tiró del
carro. Suyas fueron las mejores ocasiones de gol de los locales e
incluso envió una falta al larguero. El Barça era mejor que los
granotas, pero Aitor Fernández lo paraba todo. Así que se
llegó al descanso con el marcador inalterado.
Tras
la reanudación Coutinho dejó su lugar a Messi y el dominio
barcelonista siguió en la misma línea. El acoso era constante pero
el gol no llegaba. Tuvo que ser el de siempre el que inaugurara el
electrónico. La insistencia de Arturo Vidal tuvo premio,
peleó un balón por alto, para asistir al “10”, este recorte en
un palmo, tirando a dos defensas al suelo y la clavó al palo largo.
Quedaba media hora larga de juego, y a los culés se les hizo más
larga aún, pues los visitantes se vinieron arriba y tuvieron dos
ocasiones clarísimas para empatar, con un tiro al poste incluido.
Al
final el Levante no estropeó la fiesta que ya estaba preparada desde
la víspera, con los aficionados presentes, con un rival, a priori,
asequible, y con una Copa con lustre y prestigio en el palco
preparada para ser entregada al capitán, Don Lionel Messi, el gran
adalid de este título y de este Fútbol Club Barcelona, el
mejor equipo de la historia.