El FC Barcelona se impuso por 3-2 a la Real Sociedad en el Camp Nou,
en un duelo marcado por la lucha por la posesión y el buen fútbol, aquella la
ganaron los locales por la mínima y el toque y control cayó del lado de los txuri-urdin. Incluso los tres puntos que
se quedan en el Estadi, dejan un
sabor agridulce, debido al acoso que sufrió el equipo de Luis Enrique durante los noventa minutos.
La victoria pudo caer de cualquier
lado, a nadie hubiese extrañado un triunfo de los vascos, pero hubo, como en
tantas otras ocasiones, una salvedad: el factor Messi. Los de San Sebastián no tienen al mejor jugador de la
historia en sus filas. Lo tiene el Barça y eso siempre es partir con ventaja.
Otro doblete del genio rosarino puso tierra de por medio en el duelo liguero, y
el tanto de Alcácer pareció dar
tranquilidad, pero dos goles, uno de Umtiti
en propia meta, y otro de Xabi
Prieto en el 45 dejaban todo abierto para el segundo acto.
Tras la reanudación los blanquiazules
dominaron el encuentro, pero no supieron materializar el tercer gol, el que les
habría dado un punto, o quién sabe algo más, dada la fragilidad defensiva de la
zaga culé. Hay quien pensará que los locales se dosificaban para empresas
mayores, Juventus y Madrid son los siguientes compromisos,
pero lo cierto es que el Barça olvidó un poco el presente. Haciendo olvidar su
mejor versión, sus señas de identidad y fiándolo todo a los dos próximos
partidos. Demasiada ruleta rusa para un equipazo que tiene en sus filas a Messi
y Neymar.
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