El FC Barcelona le hizo un siete a un Osasuna que no ha encontrado su sitio en esta Liga Santander y que
solo pudo ver como caían, uno tras otro, los goles en su portería, una muestra
más, este 7-1, de que la categoría le ha venido grande. Esta jornada 34 los
rojillos han certificado su descenso, con total merecimiento, puesto que si vas
al Camp Nou te puede caer un doblete
de Messi, pero que te lo hagan
también Alcácer y André Gomes, ya no es tan normal. Algo falla. Y más si
Mascherano te marca su primer tanto en 319 partidos como azulgrana.
El Estadi
celebró con un tifo los 500 goles de Messi con el Barça, y el mejor jugador
de la historia les devolvió el cariño con un nuevo doblete en la hora que
disputó antes de ser cambiado para recibir la estruendosa ovación de todos los
culés del mundo. El megacrack rosarino
inauguró el electrónico con una acción que aunó robo de balón, velocidad con la pelota en los pies y picadita al portero rival. Un Sirigu que no se había visto
en otra como esta, ha pasado en unos meses de defender la meta del PSG, al
Sevilla, y ahora a encajar 7 chicharros en un solo partido en Osasuna. André
Gomes metía el segundo y se llegaba al descanso.
La poca tranquilidad que nos da este
conjunto de Luis Enrique se acabó cuando a los tres minutos de la reanudación
Roberto Torres anotaba de lanzamiento de falta. Menos mal que lo arreglaban los
locales con 4 goles en 10 minutos (Gomes, Messi, Alcácer y Mascherano de
penalti). Los pamplonicas ya no inquietarían más la meta de Ter Stegen, y se
dedicarían a ver como caían lo tantos, uno tras otro. Cerraría la cuenta
Alcacer en los minutos postreros de este partido homenaje al más grande. En el que
todos se unieron a la fiesta de Leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario