Villarreal 1-Barça 1: Bruno paró más que su portero

Dos paradas con la mano del mediocampista Bruno dentro del área, no sancionadas por el colegiado Iglesias Villanueva, permitieron al Villarreal sumar un punto, que de otra forma habría volado del recién bautizado Estadio de la Cerámica. El FC Barcelona mereció más que ese tanto de Messi en el último minuto del tiempo reglamentario, pero por segunda vez consecutiva en este 2017 vio como un árbitro incompetente le sisó lo que se había ganado por derecho y por fútbol sobre el césped castellonense.

No es que los locales jugasen un mal partido, de hecho estuvieron magníficamente plantados sobre el campo y dificultaron, y mucho, la transición blaugrana. No en vano son el equipo menos goleado del campeonato. Su correcta disposición sobre el rectángulo de juego les permitió frenar al Barça y salir a la contra de vez en cuando. En una de ellas, tras fallo garrafal de Digne, Pato condujo y le sirvió un pase de lujo entre líneas a Sansone, que cruzó el esférico ante Ter Stegen. Era los minutos iniciales de la segunda mitad y a los de Luis Enrique les tocaba poner toda la carne en el asador.

Así lo hicieron, inclusive el técnico, que quitó a los inoperantes Digne y André Gomes y metió a Denis y Arda, dejando línea de tres en defensa. El riesgo valió la pena, los catalanes acogotaron al rival en su área, y las ocasiones se sucedieron. Entre ellas las dos paradas con la mano de Bruno, que se fueron al limbo. También se fue otra mano de Mascherano, pero habría sido gorda pitar esta y no las dos del "submarino amarillo". En el máximo apogeo culé Messi se echó el equipo a la espalda, hasta mandó un disparo al poste. Ya todo quedaba a alguna genialidad del rosarino, y llegó en las postrimerías del duelo, Leo provocó una falta al borde del área y la clavó por toda la escuadra, mientras Asenjo, que había hecho menos paradas que se compañero Bruno, hacía la estatua, asombrado, como el resto del mundo, ante otra maravilla estratosférica del número uno mundial, Don Lionel Messi.