Sí,
sorprendió. En efecto. El FC Barcelona nos sorprendió a todos y endosó
una goleada al Getafe (4-0), y lo hizo sin sufrir, sin ganar por la
mínima, con autoridad, buscando las debilidades a uno azulones que siempre lo
ponen complicado cuando se enfrentan a los culés. Así que para variar los de Xavi
se gustaron y vivieron un encuentro tranquilo, dada la victoria holgada y el
número de goles que poco a poco iban subiendo al marcador. Todo fueron buenas
noticias para los barcelonistas, pues incluso respondieron las dos apuestas de
los extremos, tanto Joao Félix como Raphinha, volvían a la
titularidad después de sus lesiones, y por qué no decirlo, de sus altibajos.
Ambos aprobaron con nota y firmaron un gol cada uno.
Incluso
el experimento Christensen en la medular se vio con mejores que en otras
ocasiones, el propio central danés se animó con un desmarque de ruptura que
finalizó él mismo con un pase de la muerte a Joao Félix, que supuso el segundo
de la tarde. Cubarsí, con mando en plaza, volvió a ser titular, sentando
a Íñigo Martínez, y dando una lección de serenidad y ubicación. El
Getafe fue tan intenso o más que en otras ocasiones, con presión alta y
dificultando la salida del balón, pero mostró una flaqueza: la gran distancia
entre la zaga y el portero. Los locales lo vieron enseguida y empezaron a lanzar
pases en profundidad al espacio. Así inauguraron el electrónico con tanto de Raphinha,
que se plantó solo ante David Soria y le batió de disparo cruzado. Así
se llegó al descanso.
Tras
la reanudación un zapatazo desde la frontal de Luis Milla lo desvió con
los dedos Ter Stegen para que se estrellase la pelota contra el poste. Hasta
ahí llegaron los de Bordalás. La citada incursión de Christensen en
ataque que devengó la segunda diana, el tercero fue obra de De Jong, que
culminó una gran cabalgada desde su campo, y el último gol anotado por Fermín,
tras rechace de Soria a tiro de Vitor Roque, cerraron una brillante tarde de un
Barcelona coral, que por fin dejó vivir tranquilos a los culés delicados del
corazón, y se afianza en la segunda plaza dándole algo de vidilla a la liga.