Recibía el Ceuta al FC
Barcelona en su estadio del Alfonso Murive con la ilusión, a
sabiendas de la dificultad de la empresa, de dar la sorpresa en estos octavos
de la Copa. Pero el Rey de Copas no estaba por la labor de viajar en helicóptero
hasta el continente africano para pasar la tarde-noche. Así el líder de LaLiga
resolvió el envite con una manita al equipo ceutí. Este empezó dando un poco de
leña para intimidar, pero enseguida se vino abajo ante la pujanza de los azulgranas.
El Barça salió con una medular inédita,
conformada por Pablo Torre, Kessié y Sergi Roberto; y una delantera de
sancionados en Liga -Lewandowski y Ferrán-, aún así no aflojó y
desde el minuto uno buscó la victoria y el KO por la vía del cloroformo. El
conjunto de la 1ª RFEF con sus armas y su césped artificial, trató de complicarle
la vida a los de Xavi, y lo consiguió en primera instancia. No fue hasta
el minuto 41 cuando Raphinha abrió la lata mediante un zurdazo con
rosca, desde la frontal, que se coló junto a la base del poste. Así se llegó al
descanso.
Tras el paso por vestuarios cambió el
decorado. Los visitantes fueron con más decisión hacia la meta contraria. Lewy
puso el segundo tras asistencia de Raphinha. No se conformó el Barcelona y
siguió en busca de más goles. Con Busquets y Gavi ya sobre el
terreno de juego el estilo fue más reconocible. Los catalanes jugaron más a placer
y fruto de ello llegaron tres goles más en los últimos veinte minutos. El 3-0
lo materializó Ansu Fati, que había salido para paliar los desatinos de
un desvirtuado Ferrán Torres. El 10 culé se fabricó el tanto él solito, tras
brillante jugada individual. Cerrarían la cuenta las dianas de Kessié, de
cabeza, y de Lewandowski, de disparo ajustado a la cepa del palo. Y así el Barça
sumó su segunda victoria placentera, tras derrotar al Madrid en la
Supercopa, y pasa a cuartos de final de esta Copa.
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