Levantó el FC Barcelona un título
después de 21 meses. Y lo hizo arrollando al Madrid en la final de la
Supercopa de España. Un título menor, pero anhelado. Una copa que no salva la
temporada, ni hace olvidar el fracaso en Champions, pero que puede significar
el comienzo de algo grande. Es una copa muy deseada, la primera que levantan Xavi
como entrenador y Busquets como capitán, y se ganó jugando brillantemente ante
el eterno rival, matando dos pájaros de un tiro, ya que ganas un trofeo y dejas
tocado, con un triunfo sin paliativos, al Madrid, un especialista en finales,
eso sí en horas bajas.
El Barça arrasó al Madrid en todos los
aspectos del juego, en intensidad, en planteamiento táctico, en juego, en técnica,
en defensa, en todo, … Los de Ancelotti no parecieron el rival con el que se están jugando la liga, por momentos no parecieron competitivos. Modric
y Kroos fueron la sombra de lo que son, o de lo que fueron, y su vez persiguieron
sombras durante todo el clásico. La medular azulgrana compuesta por Busquets,
De Jong, Pedri y Gavi, les comieron la tostada y la moral. Toda la claridad
y compromiso que tenían los jugadores de Xavi les faltaba a los merengues. Avisó
Lewandoski con un zapatazo que Courtois tuvo que desviar al poste.
En una mala salida del Madrid la robó Busquets, que buscó al polaco para que
este filtrara un pase medido a Gavi, para inaugurar el marcador. Los madridistas
no reaccionaron, y al filo del descanso otra errónea decisión de la zaga la
aprovechaba Gavi para servir el pase de la muerte a Lewi, que ponía el
segundo en el 44.
Tras la reanudación no hubo cambios en
ninguno de los dos bandos. La continuidad de Rudiger y de Carvajal
era la mejor noticia para los culés. El Barça siguió a lo suyo, sin bajar el
ritmo, siguiendo las consignas de Xavi. Ancelotti movió el banquillo, pero nada
de lo que tenía le daba para hacer cosquillas a su oponente. Gavi y Balde
seguían campando a sus anchas por la banda izquierda. Y la medular blaugrana
pausaba y aceleraba el ritmo, a demanda. El Madrid se desangraba. La entrada de
Ceballos no cambió nada, es más, cometió un error grosero en un pase
que interceptó Gavi, y sirvió para que el propio canterano culminase su descomunal
exhibición con otra asistencia, esta para que Pedri sentenciase el duelo
con el tercero de la noche. Courtois fue el mejor de los suyos, y evitó una
goleada mayor. Benzema en el último suspiro maquilló el resultado de
tiro cruzado. Lo que no camufló fue la superioridad barcelonista a lo largo y
ancho del partido, que le valió traerse la Supercopa desde Arabia a la Ciudad
Condal.
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