Visitaba
el FC Barcelona un campo complicado, el Coliseum, que
no le va, una salida como si fuese una visita al dentista, de hecho
el Getafe es el equipo más leñero de La Liga, y salvó el
mal trago con una victoria de mérito (1-2). Con dos goles de sus
delanteros Messi y
Suárez, que son los que más vacaciones navideñas han
disfrutado, pero diles tú algo de los retrasos si te solventan el peliagudo trance madrileño con dos golazos.
Los
azulones salieron con su seriedad habitual sobre el césped y
basándolo todo en la contundencia y en su buen posicionamiento, a
sabiendas de que cualquier error ante el líder les
podría penalizar sobremanera. Y lo consiguieron los primeros veinte
minutos, hasta que el más listo de la clase se filtro entre la zaga
local y el portero e inauguró el marcador casi sin ángulo. De una
tremenda volea desde la frontal parecía que Suárez sentenciaba en
el 39, pero los de Bordalás, que acusaron el primer tanto, no
hicieron lo propio con el del uruguayo, y acosaron la meta de Ter
Stegen los últimos cinco minutos hasta acortar distancias por
medio de Mata.
Tras
el paso por vestuarios el Barça la tocó más, de hecho abrumó con
la posesión a su rival, pero no obtuvo fruto pues los disparos de
Messi los paraba un Soria en plan estelar. Busquets
entró en la segunda parte para ejercer más control y el electrónico
ya no se movería. Incluso Mata pudo variarlo y saborear la gloria
con un doblete, pero falló a puerta vacía con tremendo estrépito.
Un
triunfo azulgrana que sabe a gloria para empezar con buen pie el año
nuevo, para iniciarlo como se acabó el pasado, ganando. Y que
vale más de tres puntos, una vez vistos los resultados de los
perseguidores: empate en el Sevilla-Atlético y derrota del Madrid.
Lo dicho mucho más que tres puntos y Feliz 2019.
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