Luis
Enrique vio truncada su brillante racha como entrenador de La Roja, y tras un
arranque de tres victorias consecutivas, todas ellas con lustre, cayó con
estrépito en el Benito Villamarín (2-3). El brazo ejecutor fue Inglaterra, que
doblegó a los locales en una primera parte portentosa, en la cual batieron tres
veces la portería defendida por De Gea y se fueron al descanso con el noventa
por ciento del trabajo realizado.
La
velocidad de Sterling puso en jaque a la zaga española. Sobre todo a Sergio
Ramos, que, a pesar de maquillar el resultado en el 97, cometió errores que
dejaron en paños menores a sus compañeros. Gareth Southgate dispuso un once
para disputar la posesión del esférico al rival, fue con todos los disponibles,
puesto que una derrota o inclusive el empate le dejaba fuera de la final a
cuatro de esta Liga de Naciones.
Harry
Kane pasó de matador a asistente y dio el primer gol a Sterling al cuarto de
hora. Y la historia se repitió, solo cambió el goleador, esta vez fue
Rashford. España que ya había acusado el primer tanto, cayó en picado con el
segundo. Por si fuera poco Kane culminó su hat-trick de asistencias con otra
para Sterling, que solo tuvo que empujar la pelota al fondo de las mallas. 0-3
y al vestuario.
Tras
la reanudación “Lucho” los metió en vereda, los pitos sevillanos no eran para
menos. El combinado nacional salió con otros bríos. Saltó al césped Paco
Alcácer en el 57, y lo volvió a hacer, marcó en el 59. Está de dulce, el tío llega y
besa el santo desde que está en Dortmund. El postrero tanto de Ramos no
permitió ni intentar la igualada.
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