Esperando a Bravo

El Celta se marcó un partidazo en Balaídos y le endosó una goleada al líder FC Barcelona, un 4-1 que sacó los colores a los de Luis Enrique, pero sobre todo a Ter Stegen, un portero que ha encajado 13 goles en tres partidos, un récord negativo que será muy difícil que le arrebate ningún guardameta azulgrana por mucho tiempo que pase. Y es que el cancerbero alemán no olió ninguno de esos 13 chicharros, al igual que no vio ninguno de los cuatro de hoy. A ver cuando se recupera Claudio Bravo...

Pero no todo consiste en echarle la culpa al portero, la solidez defensiva culé ha bajado muchos enteros comparándola con la temporada pasada. Hoy la zaga fue de traca en concreto Piqué no dio una a derechas, los cuatro partidos que ha pasado sancionado no le han sentado nada bien. Tampoco la puntería del tridente estuvo afinada, Messi, Suárez y Neymar no encontraron portería o se toparon con el meta celtiña. Y por último cuando Sergi Roberto está en la medular uno siempre se espera un partido difícil, máxime cuando el rival es de cierta entidad.

Y a esto a que unirle que el Celta hizo mucho por ganar y casi todo bien, empezando por el sacrificio en defensa de todos sus jugadores, empezando por los tres de ataque. Nolito, Aspas y Orellana no pararon de presionar a la línea defensiva culé, y además fueron un peligro constante cuando atacaban los celestes. Mención especial para Sergio Álvarez que hizo paradas de enorme mérito. Nolito abrió el marcador con un disparo escorado que se superó a Ter Stegen; Aspas anotó los dos siguientes a la contra, tras errores barcelonistas. Acortó distancias Neymar, en el los minutos postreros pero ya no había tiempo para la remontada, sí para que los locales metiesen el cuarto por medio de Guidetti y dejasen tocado a este inconsistente Barça.