Dejemos en paz al Milán

Uno empieza ya a estar un poco cansado del partido de vuelta de octavos de Liga de Campeones que enfrentará al FC Barcelona con el Milán. Lo primero, por orden cronológico y más importante deportivamente hablando, aunque muchos no parezcan darse cuenta, es el encuentro liguero de este próximo sábado contra el Deportivo de La Coruña.

Harta hasta la saciedad tanto centrarse en el duelo de Champions donde el Barça tendrá que remontar el complicadísimo 2-0 de San Siro. Que si “remontaremos”, que si “¡a cuartos!”, que si “la campaña Ánimo Barça”, que si el hashtag #remuntada, que si… En definitiva una sucesión de gritos alentadores para el Barça, que no hacen sino entorpecer y desvirtuar la auténtica vara de medir de la temporada: la Liga.

Y para ganar el trofeo de la regularidad, por muy de Perogrullo que parezca, hay que ir partido a partido, y el primero de ellos es contra “el Depor”, que es el actual colista del campeonato, y por tanto ni decir tiene que cualquier resultado que no sea una victoria culé sería un traspiés gravísimo. Amén de una nefasta manera de encarar el metafísico encuentro contra los italianos. Toca ganar, por imagen, para recuperar sensaciones, para retomar el juego brillante y para decirles a los perseguidores que no se emocionen demasiado.

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