lunes, 26 de mayo de 2025

Lewandowski le pone la guinda al pastel

 El FC Barcelona puso broche de oro a la Liga recién conquistada. Se impuso por 3-0 en lo que antes se llamaba "La Catedral" y ahora es "la iglesia", dado el prestigio que ha perdido en la última década. San Mamés, otrora un campo señorial, ya empezó su declive cuando se dedicó a pitar a Don Andrés Iniesta, el futbolista español más grande de todos los tiempos, por si fuera poco la última visita se metieron de malas maneras con el Barça, y en este partido tuvieron la poca decencia de abuchear al campeón cuando el Athletic Club le hacía el pasillo. Pero lo más indigno fue cuando el macarra de Yuri empujó por la espalda a Lamine Yamal y a raíz de eso la afición rojiblanca se dedicó a silbar a un chaval de diecisiete años cada vez que tocaba el balón, sin que hubiese hecho absolutamente nada. Qué poca categoría. Deleznable. Y qué falta de respeto absoluto.




En lo meramente deportivo, el Barça fue superior al Athletic y lo goleó (0-3), gracias a la inspiración de Lewandowski que anotó un doblete y dejó escapar un "Pichichi" y una Bota de Oro, que eran prácticamente suyas, por estar lesionado este último mes. El delantero polaco ya había marcado los dos goles antes del cuarto de hora de juego. Se hacía centenario con el primero, de preciosa vaselina, y anotaba el 101 como jugador azulgrana, de un remate de cabeza de esos de saber estar en el sitio adecuado. Como ambos contendientes no se jugaban nada, el partido transcurrió sin altibajos, más pendientes los locales de la retirada de Óscar de Marcos que de jugar al fútbol. Y los de Flick, con el 0-2 a favor, se limitaban a contemporizar y tocar y tocar, sin profundidad excesiva.

Lewandowski tuvo el hat-trick en dos ocasiones muy claras en la segunda parte, una la tiró fuera, estando solo y la otra se la sacó Yuri  en última instancia. Los leones tuvieron la oportunidad de acortar distancias con un mal despeje de Cubarsí, que se estrelló en el larguero. En el último segundo un clarísimo penalti sobre Dani Olmo lo transformó él mismo, para dejar el 0-3 final, y rubricar una liga que el Barça se ha merecido más que nadie. Enhorabona Barça!

lunes, 19 de mayo de 2025

La resaca del Barça la maximiza el Villarreal

 Cayó el FC Barcelona en la despedida del Estadi Lluís Companys. El Villarreal sacó provecho de la resaca tras los festejos del triplete, y se llevó una victoria ajustada (2-3), que le sirve para certificar su presencia en la próxima Champions League. Uno ya no hace muchas quinielas, pero esta era propicia para asegurar un dos fijo, cuando vienes de celebración hasta las tantas de la madrugada, y te hacen un pasillo de campeón, es matemático: partido perdido. Así que el submarino amarillo fue el primero que endosó una derrota en liga al Barça de Flick en el año 2025. 




Ya a los cuatro minutos los visitantes se adelantaron en el marcador con gol de Ayoze. Los castellonenses,  a diferencia de los periquitos, sí que supieron romper el fuera de juego y culminarlo con gol. Al Barça, que se ha especializado en remontadas, le dio tiempo antes de finalizar la primera parte para voltear el marcador. Primeramente con un golazo espectacular de Lamine Yamal, marca de la casa, soltando el zurdazo desde la frontal. Y posteriormente con una diana de Fermín.

Tras el paso por vestuarios Flick hizo cambios: Balde entraba por Gerard Martín, sin cambiar el dibujo, pero con la inclusión de De Jong en lugar de Pedri, eso sí altera sobremanera el fútbol barcelonista. Eso lo supo ver el conjunto visitante que empataba por mediación de Comesaña, tras preciosa picadita ante la salida de Ter Stegen. Buscó la victoria el Barcelona con un Raphinha más incisivo y un Lamine más volcado en ataque, pero se topó con la notable actuación del portero visitante Luiz Junior, que rozaba con los dedos los intentos culés de marcar, por muy ajustados que fuesen los disparos. 

Cuando todo parecía indicar que habría reparto de puntos, un saque de banda, mal defendido por la zaga azulgrana, supuso un pase de la muerte que aprovechó Buchanan en el segundo palo, para anotar el tercero de la tarde, que suponía la victoria para el equipo de Marcelino. Al Barça no le dio para buscar el empate, ni por tiempo ni por energías, ya que las pocas se quedaban tras una temporada de agotadora, las reservaban para la posterior fiesta de celebración de los tres títulos.

viernes, 16 de mayo de 2025

La Liga de Mbappé se la lleva el Barça de Lamine

 

El FC Barcelona se proclamó, matemáticamente, campeón de la Liga 2024-25. Lo hizo a falta de dos jornadas, tras derrotar al Espanyol en el RCD Estadium, si bien ya la había ganado, en el partido anterior, tras vencer al Madrid por 3-2. Y como tal se celebró tras esa victoria. Una liga que antes de empezar ya se daba por descontando que la ganaba de calle el Madrid con su flamante fichaje, Kylian Mbappé. Lo que no contaban era con que Hansi Flick iba a revolucionar el juego del Barça con su nuevo estilo, agresivo y alegre, a la par. Y cómo con la irrupción vertiginosa en el panorama futbolístico mundial de la figura de Lamine Yamal, un chaval de 17 años destinado a gobernar el deporte rey, si la suerte y el entorno le acompañan.




Necesitaba el conjunto azulgrana el triunfo en el campo de los periquitos para campeonar, y a pesar de no ser uno de sus encuentros más brillantes, ni a nivel colectivo, ni individual, lo consiguieron de la mano de Lamine, que se sacó de la chistera un golazo, marca de la casa, para dejar en silencio a toda la afición blanquiazul, y al tiempo, enardecer a los seguidores culés. El derbi catalán había empezado con un Espanyol bien organizado atrás, sin dejar espacio alguno para la movilidad de los atacantes barcelonistas, y lanzando contras que llevaban mucho peligro. Szczesny tuvo que emplearse a fondo en alguna de ellas. El Barça con Lewandowsky como delantero centro, tras la apendicitis de Ferrán, no encontraba la manera de meter mano a su rival metropolitano. Olmo no recibía entre líneas y Lamine estaba sobremarcado en el extremo derecho. Con el “cerocerismo” inicial se llegó al descanso.

Tras el paso por vestuarios los visitantes dieron un paso al frente. Tampoco es que creasen demasiado peligro frente al porterazo Joan García, pero ya se vislumbraban mejores mimbres para inaugurar el marcador. Todo es más fácil si cuentas en tus filas con el megacrack mundial Lamine Yamal, el 19 cogió el esférico en la banda e hizo equilibrios sobre la línea exterior del área hasta llegar casi a la media luna, donde soltó un latigazo combazo directo a la escuadra perica. ¡Golazo de bandera! Este 0-1 adormeció a los locales, que ya no llegaban al área azulgrana como en la primera mitad. El carrusel de cambios en ambos equipos no alteró el electrónico, pero sí sirvió al Barcelona para anotar en el 96, sentenciar el duelo y firmar el 28 título liguero del Barça. Fue Fermín el autor, tras asistencia de Lamine, cuando el Espanyol ya jugaba con uno menos por la expulsión del sinvergüenza de Cabrera, que dio un puñetazo a Lamine en la boca del estómago, sin venir a cuento. Y la euforia ya se desató totalmente en el bando azulgrana. ¡Campeones! ¡Campions! Y ahora a celebrar este maravilloso y espectacular triplete: Supercopa de España, Copa del Rey y Liga. ¡Visca el Barça!

domingo, 11 de mayo de 2025

El Barça derrota al Madrid y acaricia el título de liga

 Derrotó el FC Barcelona al Madrid por 4-3 en el Estadio Olímpic Lluís Companys. Lo hizo por cuarta vez en la temporada, hecho histórico, y con remontada incluida. Nunca en toda la historia uno de los dos equipos había ganado todos los partidos de la misma temporada al eterno rival. El Barça logró este hito en los cuatro duelos de la temporada contra el Madrid. En esta ocasión lo hizo volteando un 0-2 adverso, cuando no se había disputado ni un cuarto de hora de juego, y lo logró a pesar del arbitraje sibilino de Hernández Hernández alias "el Marquiniak español", que arbitró el clásico con la máxima de: "en caso de duda... siempre a favor del Madrid". La intensidad con la que se emplearon los ultraenemigos fue mayúscula, no sé podía ni parpadear o te lo perdías. Penalti para el Madrid a los 4 minutos, por la enésima salida a por uvas de Szczęsny. Mbappé inauguraba el marcador Y lo doblaba al contragolpe a los 14, tras asistencia de Vinicius.  




El escuadrón de Flick lanzó una andanada con toque de rebato incluido. Lamine Yamal, el mejor futbolista del mundo en la actualidad, comandaba las operaciones. Disparó para que detuviese Courtois y enarboló la bandera azulgrana. A la salida de un córner Eric García acortó distancias de certero cabezazo. Dio comienzo la media hora mágica del Barça, con otros tres goles más. El segundo, con el sello inconfundible de Lamine y su disparo con rosca al palo largo. Luego martilleó Raphinha con su doblete particular, comiéndole la tostada, en ambas ocasiones, a Lucas Vázquez. Con ese remontadón (4-2) y con el hat-trick de asistencias de Ferrán Torres se llegaba al descanso.

Tras la reanudación, el Barça siguió dominando y controlando el tempo del partido, pero sus llegadas ya fueron menos numerosas, empezaba a notarse el cansancio de los 120 minutos contra el Inter de Milán del pasado martes. Los de Ancelotti dieron un paso al frente. También las inclusiones de Modric y Brahim mejoraron las prestaciones de los merengues. Aprovecharon un fallo tremendo de Íñigo Martínez en la medular para que Vinicius volviera a asistir Mbappé, y este anotará su triplete particular, que a la postre no valdría ni para sacar un punto. El Barça sabía que la victoria le daba el título virtualmente, y buscó el quinto y definitivo, lo impidió el árbitro no concediendo un claro penalti de Tchouameni, por mano en el área. E hizo lo propio con un jugadón de Fermín, que marcó un golazo, pero lo anuló el trencilla, porque ahora sí le pareció que le dio en la mano, a pesar de que después se la llevaba Valverde. El Barça a diferencia de Milán, sí que supo jugar los minutos finales y se llevó el gato al agua acariciando su 28 título de liga. Y celebrando sobre el campo la victoria por 4-3 frente al eterno rival.



miércoles, 7 de mayo de 2025

Un Barça épico roza la final de Champions

 El FC Barcelona cayó con honores en las semifinales de la Champions ante el Inter de Milán (4-3). A punto estuvo este épico Barça de plantarse en la final, tan solo sobraron 90 segundos y las decisiones sibilinas del árbitro Marciniak y su adlátere del VAR, que sumado a errores puntuales evitaron que este maravilloso Barça, comandado por un descomunal Lamine Yamal, disputase la gran final de Münich. Eric García, Dani Olmo y Raphinha lideraron el remontadón de este equipazo azulgrana, que empezó perdiendo dos cero y que acarició las mieles de la gloria en un partidazo para la historia, disputado de poder a poder y en la que el Inter se llevó el gato al agua con la bula arbitral y un gol en el descuento de un central, Acerbi, y otro en la prórroga de Frattesi, que supuso la puntilla para el conjunto de Flick.




Resulta complicado resumir en tan solo tres párrafos este extraordinario partido con siete goles, una prórroga, dos árbitros descarados, varios fallos de principiante en jugadores expertos y un jugador estratosférico. Simplemente que no ganó el mejor, y por ello echaremos en falta a este espectacular Barça en la finalísima de Münich, y también se echará de menos allí a ese escándalo de jugador que es Lamine Yamal, que si esta temporada ya había desmostrado, con tan solo 17 años, que era de los mejores peloteros del momento, en esta eliminatoria contra el equipo italiano se ha consagrado como el mejor jugador del planeta y al que da más gusto ver sobre un terreno de juego. Tanto en Barcelona como en Milán se erigió como la figura determinante y el revulsivo que el Barça necesitaba en esos momentos en los que iba 2-0 abajo, tanto en Montjuic como en el Giuseppe Meazza. Pero todo esto mostrado al mundo en lo individual y en lo colectivo no consuela a ningún culé que se precie.

Y es que si algún pero se le puede poner a este valiente equipo que enarbola la bandera del FÚTBOL, es que ese doble 2-0 de inicio ha complicado muy mucho su pase a la final. Sí, se repuso bien bien en la ida y en la vuelta, inclusive eran más épicas las remontadas, pero devengaban un lastre en el bloque, difícilmente cuantificable. A ese pero hay que añadirle que encajando 7 goles en estos niveles de competición lo más probable es quedar eliminado. Aún así, contra la lógica lucho y lució este colosal Barcelona, al cual se rinden futboleros de todo el planeta. Y al que aplaudimos por su coraje y por su manera de luchar contra las adversidades, en forma de rival o de arbitraje, y al que rendimos pleitesía hasta en un día tan difícil para cualquier barcelonista. ¡Gracias Barça!

domingo, 4 de mayo de 2025

Triunfo azulgrana con sufrimiento ante el colista

 

El FC Barcelona venció al Real Valladolid en el José Zorrilla por 1-2, teniendo que sufrir ante el colista, al disponer Flick un once plagado de suplentes, teniendo a Pedri como único titular sobre el césped pucelano. Y es que como ya ocurriera en Pamplona al entrenador alemán se le fue la mano con las rotaciones y los descansos. En la cuidad castellana fue aún más temerario, puesto que el Barça se está jugando la liga y la próxima jornada hay un clásico decisivo contra el Madrid. Aún con la victoria en el bolsillo nos atrevemos a aseverar que fue una locura jugársela de esa manera sin extremos solventes, con un delantero centro que es la tercera opción. La rotación masiva no fue aprovechada por los suplentes, que no estuvieron a la altura. Fue un desbarajuste absoluto, que solo tiene un pase si nos atenemos a que el martes se disputa la vuelta de semifinales de la Champions contra el Inter de Milán.




Volvía Ter Stegen a la portería tras 223 días ausente por su grave lesión. Como la pelota es caprichosa y no entiende de recibimientos afables, saludó al guardameta germano con un efecto parabólico endiablado a disparo de Iván Sánchez, que supuso el gol blanquivioleta a los 6 minutos de juego. Los visitantes trataron de responder a semejante varapalo. No lo lograban, pues al dominio aplastante sin profundidad, respondía el Valladolid con nueve defensas replegados alrededor de su portero, y salidas a la contra del veloz Raúl Moro. Sin desequilibrio alguno, tenía que ser Dani Rodríguez, un extremo canterano el que lo intentase desde la posición de Lamine Yamal. El cual tuvo que hacer acto de presencia cuando al chaval se le salió el hombro y no pudo continuar en el encuentro. Con alguna filigrana de la joya barcelonista se llegó al descanso.

Tras la reanudación el Barça puso más artillería: Raphinha y De Jong saltaron al campo para tratar de revertir la situación. El delantero brasileño hizo diana desde la frontal para igualar la contienda. Ya llovía menos. Y escampó cinco minutos después cuando Fermín remató de primeras una asistencia de Gerard Martín. El Barcelona contemporizó a raíz del segundo tanto. Solo algún destello de Lamine y la incertidumbre del resultado, con esa ventaja mínima, dejaron el partido en tensión, ya que los de Flick tenían la cabeza en Milán y los locales en la Segunda División. El Barça acabó el partido con el objetivo cumplido: tres puntos más, un partido menos, y muchos minutos de descanso para los titulares que disputarán la decisiva semifinal del martes.

viernes, 2 de mayo de 2025

El Inter saca un empate en el festival de Lamine Yamal

 FC Barcelona e Inter de Milán empataron a tres goles en el duelo espectacular que nos brindaron ambos conjuntos en el partido de ida de semifinales de la Champions League. Fue un encuentro disputado de poder a poder, entre dos colosos del fútbol mundial, cada uno con su manera de entender el deporte rey, exhibieron pegada y fragilidad defensiva a partes iguales. Lamine Yamal se coronó como la estrella más rutilante del panorama futbolístico actual, rescatando a los suyos tras ir perdiendo 0-2 en el minuto 21. Nadie en la historia del fútbol ha hecho lo que hace este muchacho con diecisiete años, el desparpajo y el desequilibrio que exhibe no se había visto nunca.

A los treinta segundos ya perdía el Barça, tras floja actuación de la zaga azulgrana y espectacular gol de tacón de Marcus Thuram. Los locales no encontraban el ritmo a pesar de los ánimos de la grada del Lluís Companys. En el primer córner que votó la escuadra neroazurri Dumfries marcó de acrobática tijera. Todo se nubló en ese instante con ese marcador tan adverso, pero emergió la figura de un niño de Mataró, que empezó a volver loco a su par y a los otros dos gorilas que le pusieron de apoyo para la marca. Anotó un golazo entre cuatro defensores ajustando el balón al palo largo. Y un minuto después realizó otra jugada inverosímil, haciendo equilibrios sobre la línea de fondo para lanzar un zurdazo que se estrelló contra el larguero. El público ya estaba enardecido con el empuje y el fulgor del canterano. Pedri la puso medida la cabeza de Raphinha para que este la matase y Ferrán entrando desde atrás igualase la contienda con un remate franco. El Barça había jugado una primera mitad espectacular en lo ofensivo, pero llegaba al descanso con el marcador igualado y con la lesión del héroe de la Copa del Rey, Jules Kounde, que hasta la fecha parecía indestructible.




El Inter adelantó líneas y se manejó mejor en el partido consiguiendo quitar efervescencia a los locales. Al Barça le costaba más llegar a la meta de Sommer y los italianos mejoraron sus prestaciones en la medular. En el segundo córner que lanzaron los visitantes, volvieron a penalizar al Barça con otro gol de Dumfries, y una mala salida de Szczęsny. Lo arregló Raphinha al rato, tras jugada ensayada en la que Lamine dejó pasar el balón entre las piernas y Raphinha metió un zurdazo mortal de necesidad, que dio en el larguero e introdujo Sommer en su propia portería. Mkhitaryan a punto estuvo de anotar el cuarto, pero lo anuló el VAR por fuera de juego de escasos centímetros. Los culés lo celebraron como si de un gol se tratase. Lamine volvió a estrellarse con el palo, en una vaselina que casi culmina la remontada, pero esta no se produjo y todo se decidirá en Milán. Como aseveró Flick: será una final antes de la final de Munich.