sábado, 21 de diciembre de 2024

¡Qué injusto es el fútbol, a veces!

 

Volvió el FC Barcelona del juego vertiginoso y espectacular, el de las primeras jornadas, el que le valió para vapulear a la mayoría de los rivales a los que se enfrentó, Madrid incluido, al que goleó por 0-4 en el Bernabéu. Y lo hacía en casa, en el Estadio Olímpico de Montjuic, frente a un Atlético de Madrid en racha, que estaba segundo en LaLiga, solo por detrás del propio Barça. Y regresó el fútbol al Estadi, y la presión, y el tiqui-taca, pero no lo hizo la salsa del fútbol: los goles. Jugando como nunca solo consiguió materializar uno, y eso siempre es sinónimo de partido abierto, de nervios finales, por no hablar del rival que lleva muchos partidos llevándose victorias en los últimos minutos. Y en este caso volvió a ocurrir, los colchoneros ganaron 1-2 a domicilio, y les arrebataron a los azulgranas el liderato.




Fue un duelo desigual, el Barcelona fue infinitamente mejor, inclusive en algunas fases del juego los madrileños parecieron un rival de inferior categoría, pues fueron avasallados por el vendaval culé. Solo Oblak, los palos y algún error en la definición impidieron que los de Simeone saliesen goleados del Lluís Companys. Pero no era la noche de los locales y sí del técnico argentino, que nunca en 18 años había ganado en Barcelona y lo hizo esta vez, con sus argumentos “amarrgateguis”, con defensa de cinco en la última media hora, y con una contra en el 96 que dejaba a los futbolistas blaugranas exhaustos y desolados.

Pedri, descomunal toda la noche, había inaugurado el marcador, tras pared con Gavi. Ratificaba el premio a una primera parte soberbia del Barça, con cierta alegría para los que ganaban y con enorme alivio para los que perdían, puesto que solo lo hacían por un gol. Tras la reanudación siguió el mismo guion. La sentencia la pudo poner Lewandowski, pero falló en el golpeo, o Raphinha, pero su vaselina se topó con el larguero. Una contra mal defendida por los de Flick, acabo en el empate conseguido por De Paul a la hora de juego. Y cuando el Barça se volcó contra la meta rojiblanca, intentando revertir la injusticia del empate, llegó la contra fulminante en el último segundo, con un gol de Sorloth que ponía al Atlético líder y campeón de invierno, y al Barça tercero. Un enorme drama y una gran decepción para cerrar el 2024.

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