Volvió
el FC Barcelona del juego vertiginoso y espectacular, el de las primeras
jornadas, el que le valió para vapulear a la mayoría de los rivales a los que
se enfrentó, Madrid incluido, al que goleó por 0-4 en el Bernabéu. Y lo
hacía en casa, en el Estadio Olímpico de Montjuic, frente a un Atlético de
Madrid en racha, que estaba segundo en LaLiga, solo por detrás del propio
Barça. Y regresó el fútbol al Estadi, y la presión, y el tiqui-taca,
pero no lo hizo la salsa del fútbol: los goles. Jugando como nunca solo
consiguió materializar uno, y eso siempre es sinónimo de partido abierto, de
nervios finales, por no hablar del rival que lleva muchos partidos llevándose
victorias en los últimos minutos. Y en este caso volvió a ocurrir, los
colchoneros ganaron 1-2 a domicilio, y les arrebataron a los azulgranas el
liderato.
Fue
un duelo desigual, el Barcelona fue infinitamente mejor, inclusive en algunas
fases del juego los madrileños parecieron un rival de inferior categoría, pues
fueron avasallados por el vendaval culé. Solo Oblak, los palos y algún
error en la definición impidieron que los de Simeone saliesen goleados
del Lluís Companys. Pero no era la noche de los locales y sí del técnico
argentino, que nunca en 18 años había ganado en Barcelona y lo hizo esta vez,
con sus argumentos “amarrgateguis”, con defensa de cinco en la última media
hora, y con una contra en el 96 que dejaba a los futbolistas blaugranas exhaustos
y desolados.
Pedri, descomunal toda la noche, había inaugurado
el marcador, tras pared con Gavi. Ratificaba el premio a una primera
parte soberbia del Barça, con cierta alegría para los que ganaban y con enorme
alivio para los que perdían, puesto que solo lo hacían por un gol. Tras la reanudación
siguió el mismo guion. La sentencia la pudo poner Lewandowski, pero
falló en el golpeo, o Raphinha, pero su vaselina se topó con el
larguero. Una contra mal defendida por los de Flick, acabo en el empate
conseguido por De Paul a la hora de juego. Y cuando el Barça se volcó
contra la meta rojiblanca, intentando revertir la injusticia del empate, llegó
la contra fulminante en el último segundo, con un gol de Sorloth que
ponía al Atlético líder y campeón de invierno, y al Barça tercero. Un enorme drama y una gran
decepción para cerrar el 2024.
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