Por tercer partido consecutivo el FC
Barcelona volvió a no ver puerta. No acaecía un hecho semejante desde hace
quince años. Esta vez fue ante el Getafe, un equipo ramplón que está inmerso en la pelea
por el descenso, pero que consiguió un valioso 0-0 en el Coliseum, utilizando
las armas más típicas de los getafenses, hierba alta, seca y mala, y juego
marrullero personificado en el leñero Damián Suárez. Esto que serviría
de excusa para cualquier otro rival, no es válido para todo un Barcelona, líder
destacado de la competición. Si bien en defensa de Xavi cabe apuntar que se presentó en el municipio madrileño con unas bajas por lesión muy numerosas, a la par que relevantes.
No es óbice para que queden señalados
los delanteros azulgranas. Así, Lewandowsky, Raphinha, o Ferrán
y Ansu Fati, cuando salieron en la segunda parte, mostraron que están más secos que la
mojama. No le meterían un gol al arco iris ni jugando cuatro horas consecutivas.
Si además la hora del duelo es las 16:15, con un sol de justicia, y si añadimos
experimentos varios como el de jugar con dos laterales izquierdos (¿cuántas veces
dejaron a Balde en fuera de juego los azulones?), lo agitas en la coctelera
y te sale un empate a nada, que bien podría haber sido una derrota si en el
último minuto el inoperante Borja Mayoral, con toda la portería para él, no la hubiese
enviado fuera.
La lesión de Sergi Roberto, al cuarto
de hora de juego, removió aún más el rompecabezas de un Barça corto de banquillo.
De los culés sólo puede salvarse el coraje de Araujo, algún intento de Raphinha
por generar desequilibrio, e inclusive cierto dominio en la primera mitad,
culminado con dos disparos a los postes, uno del propio delantero brasileño, y
otro del improvisado extremo izquierdo Balde. Tras la reanudación se volvió a ver una
alarmante falta de fútbol, con el Barça empeñado en mantener cierta emoción en la consecución del título liguero. Ahora ya son once los puntos los que saca al Madrid, y la próxima
semana el Atlético visita el Camp Nou. Queda liga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario