El
FC Barcelona no pudo pasar del empate en el Camp Nou
(2-2) ante un Atlético de Madrid que saltó al césped como
si le fuese la vida en ello, todo lo contrario que su oponente, que
parecía que le iba menos en el envite que a los colchoneros, cuando
lo que se jugaba era la vida. Una vida que se le va apagando al
Barça, que se aleja, y que va a dejar el título en manos del eterno
rival. Tampoco es que fuese un mal partido de los de Setién,
pero no les dio para más. El mejor estado de forma de los
rojiblancos devengó una igualada en el electrónico que no les sirve
ni a unos ni a otros. Ni tan siquiera a Simeone, que sigue sin
ganar al Barcelona.
Griezmann
no fue de la partida, cosa que a nadie sorprendería, dado lo poco
que ha demostrado en su primera temporada como culé, salvo por los
135 millones de euros que ha costado. Tampoco Joao Félix, la
otra incorporación multimillonaria, fue titular. Algo ha fallado
cuando los dos fichajes de relumbrón chupan banquillo en sus
respectivos clubes. Los entrenadores buscaban otras prestaciones, y
las consiguieron de la mano de Riqui Puig para los
barcelonistas, y de Correa y
Carrasco para los visitantes.
El
duelo comenzó de forma trepidante, y el gol llegó en el minuto 11, tras
marcar Diego Costa en propia meta, tras un saque de esquina
sacado por Messi. El delantero hispano-brasileño pudo minimizar su
error, pero falló un penalti. El árbitro Hernández Hernández
lo mandó repetir, porque Ter Stegen no pisaba la línea. Saúl
lo volvió a lanzar y no perdonó. Antes del paso por vestuarios
Messi pudo adelantar a los suyos con dos lanzamientos de falta
que rozaron el gol, pero con el 1-1 se llegó al descanso.
Sí
lo logró el rosarino tras las reanudación, convirtiendo un penalti
que puso cara a cara a “Pichichi” contra “Zamora”. El choque
siguió debatiéndose entre la entrega y el juego vibrante, con
ocasiones para ambos contendientes. Otro penalti sancionado por el
colegiado permitió a Saúl culminar su doblete en el Estadi y
el empate final. Setién no hizo cambios hasta los minutos postreros, y
dejó el grosero detalle de sacar a Griezmann en el 90, el delantero galo
está cuajando un temporada nefasta, pero tampoco para ese tipo de
desaires. Es más, si en algún partido podía darlo todo ese era
contra su ex equipo.
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