El
FC Barcelona no pudo pasar del empate en el RCDE Estadium (2-2). Un fallo
garrafal de De Jong, que agarró por la camiseta a un rival cuando ya tenía cartulina
amarilla, obligó a los azulgranas a replegarse al máximo al contar con diez
hombres y ceder en los minutos postreros dos puntos que al final de la liga
pueden valer su peso en oro. Tampoco es que los de Valverde hiciesen mucho más
de lo que acostumbran cuando juegan fuera de casa, pero su juego ramplón les habría
valido para sacar los tres puntos de no ser por disputar con uno menos los
últimos veinte minutos.
Se
adelantaron los pericos, en un remata de cabeza de David López tras saque de
falta. La defensa hizo aguas, y Neto, sustituto de Ter Stegen, hizo la estatua.
Se ponían mal las cosas para los visitantes que no supieron reaccionar, durante
toda la primera mitad. Dominio abrumador y posesión altísima del esférico, pero
de remates a puerta más bien pocos. Suárez y Messi lo intentaban y Griezmann ni
tan siquiera eso. El francés ni está ni se le espera, y la afición comienza a
inquietarse con el ex rojiblanco que es una sombra de lo que fue y no da visos de
mejora.
Tras
la reanudación llegó el empuje de los culés, y con él la igualada y el
posterior segundo a los pocos minutos. Mucho tuvo que ver Luis Suárez, que
anotó el tanto que ponía las tablas en el electrónico de toque sutil orientado
tras medido centro de Jordi Alba; y puso por delante a los suyos tras brillante
asistencia a Arturo Vidal, que batió a Diego López de certero cabezazo. El
chileno salió en el segundo acto y fue de los mejores, apuntalando la medular e
imprimiendo la garra de la que a veces adolece este equipo.
Con
la expulsión de Frenkie el Barcelona se echó atrás maquinalmente. Y Wu Lei ganó
las espaldas a la zaga para establecer el definitivo reparto de puntos en el
88. El Espanyol seguirá como colista, mientras el Barça mantiene el liderato, ahora empatado a puntos con el Madrid. Y se
proclama campeón de invierno, un título honorífico, a la par que agridulce por
cómo se desarrolló el duelo catalán.
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