Se
impuso el FC Barcelona a domicilio ante el Eibar con claridad y buen
juego (0-3). Fue la primera aparición estelar del tridente azulgrana
conformado por Messi, Suárez y Griezmann, los tres anotaron cada uno
un tanto y se asociaron a las mil maravillas para dejar su primera
impronta en esta liga. Fue el mejor partido de los de Valverde hasta
la fecha, con dosis de buen juego, con claridad en ataque y con una
línea defensiva sólida en la que destacó Umtiti, que volvía a la
titularidad después de casi cinco meses. Mención aparte merece la
actuación sobresaliente de Frenkie de Jong, que dirigió a los suyos
a su antojo y dio unas muestras de poderío hasta ahora no vistas. Se
erigió en el baluarte en la medular y dio un recital de
fútbol-control.
El Eibar no fue el equipo aguerrido, que lo
deja todo en Ipurua. Salieron apocados y timoratos, en gran parte
propiciado por el buen juego de los culés. Así con estos
condicionantes encajaron el primer gol tras un brillante pase en
largo de Lenglet a Griezmann, que el delantero francés no
desaprovechó, ajustando mucho al palo. Dmitrovic evitó la goleada
de escándalo, pues tuvo paradas de mucho mérito. Pero ni por esas
sus compañeros se vieron espoleados.
Tras
la reanudación llegaron los tantos de Messi, tras asistencia de
Griezmann, y de Luis Suárez, en bandeja tras regalarle Leo una
asistencia que lo dejaba solo. La jugada del tercero también la
inició Antoine, que parece que ya conecta con los otros dos
componentes del tridente y qué falta le hacía al Barça esa
conjunción entre sus tres estrellas. O cuatro, según se mire, pues
tras el partidazo que se marcó De Jong hay que buscarle hueco en ese
estatus. Por cierto, que el holandés salió ovacionado de Ipurua, y
es que es un jugadorazo. Entre todos dejaron un buen sabor de boca a
los espectadores y consiguieron colocar al Barça, tras nueve
jornadas, líder del campeonato.
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