El
RCDE Stadium vivió otra tarde
mágica del mejor jugador de la historia. Lionel Messi
impartió otra master class en casa del rival metropolitano,
siendo determinante en la victoria a domicilio por 0-4 que obtuvo el
FC Barcelona. Dos golazos magistrales de lanzamiento de falta,
una asistencia y un sinfín de detalles de genio dejó el astro
argentino a los que asistieron al campo periquito y a los aficionados
que nos deleitamos con su actuación delante del televisor.
El
Espanyol empezó bien, tocando y conteniendo, pero se notó
que cuando se enfrentan al Barça y quieren jugar la pelota no dan la
talla. Ellos en esto derbis se mueven mejor en terrenos pantanosos,
repartiendo estopa a diestro y siniestro, y si esta leña no se
distribuye… a fútbol lo que es fútbol suele ganar el conjunto
azulgrana. Si a esto le unes que al cuarto de hora haces una falta en
la frontal con Messi en frente, pues date por jo…robado. Leo la
clavó en la mismísima escuadra. Inaugurar el marcador y exhibirse
fue todo uno, el rosarino comenzó un recital que maravilló a todos,
salvo a los locales. Asistió a Dembélé en el segundo, que
no perdonó.
Después
protagonizó dos tiros a los palos, el primero dio un pase soberbio a
Luis Suárez, que este estrelló en el poste, y en el segundo
fue él quien estrelló un cabezazo en el otro palo. Ambos remates
pudieron ser la sentencia, pero esta la puso Suárez con un gol sin
ángulo que endosó a Diego López por debajo de las piernas.
Supuso el 0-3 en el 45 y cerrar el partido.
El
segundo acto solo serviría para ver un poco de empuje de los
blanquiazules en los primeros compases y un golazo de Messi, marca de
la casa. Otro lanzamiento directo con el que volvió a retratar a
Diego López, que pensaría que su implante capilar le hizo menos
daño que los goles de Leo. No fue el día de los de Rubi,
pues el VAR les anuló el tanto del honor por fuera de juego. El Barcelona, después
del trabajo bien hecho, refrendó su liderato.
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